3do Trimestre del 2008 - Un Panorama del Discipulado
Comentario da Lección 13 - Mensajeros de Esperanza
Martes, 23/9/2008
› "Heme aquí, envíame a mí"
Tocado por la ardiente brasa viva del fuego del Espíritu Santo, el profeta se olvidó de todas sus debilidades e incapacidades. Cuando oyó la voz del Señor haciendo el llamado: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" El profeta no titubeó, no tuvo ningún momento de duda e indecisión, mas respondió determinado, decidido: "Heme aquí, envíame a mí"
"Así brille también vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los Cielos". – Mateo 5:16.
Es ahora, en este tiempo de pecados osados y de tinieblas espirituales que el mundo necesita oír la amorosa invitación de Dios. Somos un pueblo que necesita testificar por palabras y por ejemplo, somos un pueblo distinto, un pueblo que ama a Jesús. "Es el Espíritu Santo, el Consolador, que Jesús dice que enviaría al mundo, que cambia nuestro carácter a la imagen de Cristo; y cuando esto es realizado, reflejamos, como por espejo, la gloria del Señor". – MM. 1974, pág. 244.
En campo Grande, Mato Groso do Sul, un miembro de la Iglesia, un hombre simple, se ocupaba en la profesión de pedrero, se dirigió a un almacén para hacer compras. El vendedor lo miró y dice: ¿"El señor es de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no es verdad?" Sí, soy; ¿pero por qué me pregunta? "Porque su rostro dice que es un hombre feliz y los adventistas son felices".
Impresionante testimonio, ¿no es verdad? Un hombre simple, con arrugas en el rostro, pues ya era de edad madura y la profesión de bracero es pesado. Un hijo de Dios genuino refleja aquello que está dentro de él, la felicidad íntima por tener una gran esperanza. ¡Necesitamos testificar por Cristo!
Piense: Spurgeon, el gran predicador del siglo pasado, exclama: "Un corazón abrasado luego encuentra una lengua inflamada. Cuán gloriosas son las palabras del predicador cuyos labios son abrasados por el fuego de Dios".
Desafio: "Enardecióse mi corazón dentro de mí; Encendióse fuego en mi meditación, Y así proferí con mi lengua". – Salmos 39:3 Se encendió el fuego y él precisó hablar.
Comentario por: Pr. Albino Marks
Especialista em aconselhamento familiar e profundo estudioso da Bíblia, o pastor Albino Marks já atuou como preceptor (IAP, IACS, IAE-SP); capelão (IACS e Hospital do Pênfigo); diretor geral do IAP; departamental em várias associações e na UCB.
Tradución por: Daniel Román Roque
Después de servir en Adra Perú por algunos años, Dios me continúa dando la oportunidad de Servirle aquí en Brasil traduciendo los textos de los comentarios de las Lecciones de la Escuela Sabática, producidos por pastores para 'La Escuela en el Aire' (Escola no Ar). Por lo que quedo infinitamente agradecido a nuestro Padre Celestial por aún poderle servir.
FONTE: http://www.escolanoar.org.br/es/
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