segunda-feira, 1 de dezembro de 2008

Comentario da Lección 10 - Expiación en la Cruz - "La Escuela en el Aire" (Escola no Ar).

4to Trimestre del 2008 - La Doctrina de la Expiación

Comentario da Lección 10 - Expiación en la Cruz

 

 

Sabado, 29/11/2008
› La Expiación en la Cruz

"El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados". Colosenses 1:13-14.

INTRODUCCIÓN – La muerte de Jesús fue tan impresionante a los ojos de los que se encontraban allí en torno de la cruz, que un rudo comandante de la guardia romana declaró con voz embargada, y conmovida, con un extraño sentimiento de emoción y con una convicción inexplicable: "Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios". – Marcos 15:39 – TEB.

Este informante, sin ninguna conexión con Jesús, dejó un testimonio elocuente sobre la muerte del Hombre. Había acompañado la muerte de muchos criminales y bandidos, mas, allí estaba alguien que hizo una diferencia inmensa: Este Hombre era el Hijo de Dios. La muerte de Jesús atrajo a aquél que se encontraba allí para ejecutar la sentencia de muerte contra Él, él vió en la muerte del Hombre un don de la vida.

Millones a lo largo de los siglos fueron atraídos por el Hombre que murió con dignidad, nobleza y serenidad, que murió como el justo.
Este Hombre, en su muerte, me atrajo como el imán al fierro y no puedo imaginarme vivir sin la presencia constante de este Hombre, que es en primer plano, el Dios Eterno Creador – JESÚS.

Él murió mi segunda muerte con dignidad, nobleza y serenidad, para que yo pueda tener el privilegio de morir mi primera muerte con dignidad, nobleza y serenidad. No necesito temer esta muerte, a pesar de amar yo la vida, porque mi segunda muerte, que Él ya murió en mi lugar, es la garantía de vida eterna después de mi primera muerte. Al frente de esta verdad, mi primera muerte es apenas un sueño de un momento, anticipo de mi segunda muerte que ya ocurrió cuando Él murió con dignidad, nobleza y serenidad en mi lugar.

¡Qué maravilloso Salvador! ¡Qué maravilloso Dios-Hombre! ¡Qué grandeza de vida! ¡Qué grandeza de muerte! ¡Alabado sea Dios, por ser un Salvador maravilloso!


Piense: "A pesar de eso, Él puso sobre sí mismo nuestros dolores, Él mismo cargó nuestros sufrimientos. ¡Y nosotros estuvimos pensando que Él estaba siendo castigado por Dios por causa de sus propios pecados! Sin embargo, la verdad es esta: ¡Él fue herido por causa de nuestros pecados; su cuerpo fue maltratado por causa de nuestra desobediencia. Él fue castigado para que nosotros tengamos paz; Él fue azotado – y nosotros fuimos curados!". – Isaías 53:4-5 – BV.

Desafio: "Y Yo cuando fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo". Juan 12:32 – ARC.



Domingo, 30/11/2008
› Angustia, en Camino al Getsemaní

"Es tal la angustia que me invade, que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo". – Mateo 26:38 – NVI.

¿Qué es lo que Jesús estaba diciendo cuando declaró: "Mi alma está profundamente triste, una tristeza mortal"? (otra versión). Cuando Lázaro murió, Jesús dice a sus discípulos: "Nuestro amigo Lázaro duerme, mas voy a despertarlo". – Juan 11:11 – NVI. La muerte que acometió a Lázaro es la muerte común a todos los seres humanos y la Escritura Sagrada la describe como un sueño.

Jesús no murió la muerte de sueño, sino, la muerte de la condenación como consecuencia del pecado; Él murió la muerte eterna. "Felices y santos los que participan de la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos... Entonces la muerte y el Hades fueron lanzados en el lago de fuego. El lago de fuego es la segunda muerte". – Apocalipsis 20:6 y 14 – NVI. Jesús estaba bajo el peso de la agonía del alma frente a esta muerte.

Otro motivo de la gran tristeza de Jesús, era la opresión por el dolor del alma bajo su estado consciente del hombre perdido como consecuencia del pecado, y no comprendiendo la amorosa invitación de Dios de su eterna gracia y del perdón ilimitado. El sufrimiento era allí en lo más íntimo de su ser. El dolor que hace sufrir en lo más profundo de nuestro ser, nunca trasparece con toda su agonía en nuestro semblante.

Aún los discípulos fueron incapaces de captar toda la intensidad de la agonía del alma que lo dominaba a Jesús al aproximarse el gran momento del sacrificio. En verdad era imposible para los discípulos comprender lo que estaba pasando en lo íntimo de Jesús, pues hasta aquel momento no entendían su muerte-sacrificial. La muerte de victoria sobre el diablo y sobre la segunda muerte. Ellos esperaban que fuese el libertador del yugo romano. Con la visión tan distorsionada lo mejor que podían hacer era dormir.


Piense: "No más se oirá en la ciudad la gracia que trae salvación. Esa era la causa de la intensa tristeza del Salvador. ...las tiernas lágrimas que Él derramó sobre Jerusalén fueron las últimas lágrimas de su amor rechazado, ...a vibrante multitud no podía comprender la causa de la tristeza del Salvador. No sabían que las iniquidades de Israel estaban trayendo sobre ella sus calamidades finales". – MM. 2002, pág. 254.

Desafio: "Llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a estar afligido y angustiado". – Marcos 14:34 - NVI




Lunes, 1/12/2008
› El Cáliz: Sumisión Voluntaria

Jesús estaba caminando en dirección a su muerte sustitutiva, su muerte-sacrificio. Él pasaría por la muerte de la condenación eterna, mas también, por la victoria sobre la muerte, iluminaría al Universo, y al mundo con la más brillante esperanza.

La justicia de la ley requería la muerte del culpable. Jesús murió en lugar del culpable, teniendo en sí ejecutada la justicia de la ley y por ese acto, engrandeció, magnificó y glorificó la ley. Jesús no vino para abolir o mudar la justicia de la ley, mas, vino para confirmar esta justicia y engrandecerla. Si Jesús mudase una i, o un punto de la ley, la acusación de Satanás sería justificada. "Dios es injusto, la ley es injusta, es defectuosa y necesita ser cambiada decía.

No era posible evitar la muerte sustitutoria de Cristo, no era posible pasar el cáliz, porque no era posible anular o cambiar la ley moral. El único medio y el único camino para vindicar al justo y amoroso carácter de Dios, y para salvar al hombre por gracia inmerecida, era la muerte requerida por la ley moral. Murió el inocente para ofrecer gracia, perdón y justificación para el culpable.


¡Inconmensurable, inagotable e incomprensible revelación del amor! El amor por gracia proveyó la justificación y la salvación del culpable y la justicia de la ley moral fue ejecutada y su eternidad confirmada.

Sobre la cruz del calvario la gracia y la verdad se encontraron, la justicia y la reconciliación se besaron. La gracia a favor del pecador es obtenida en el encuentro de Jesús con la sentencia de muerte de la ley. La justicia de la ley y la paz de la reconciliación se besaron, porque por la gracia el pecador es puesto en armonía con Dios y en armonía con su ley.


Piense: El diablo se empeño con todas sus fuerzas y artimañas para inducir a Jesús a pecar: "Apartándose, Jesús volvió a su lugar de retiro y cayó postrado, vencido por el horror de una gran oscuridad. La humanidad del Hijo de Dios temblaba en esa hora penosa. Oraba ahora no por sus discípulos, para que su fe no faltase, sino por su propia alma tentada y agonizante. Había llegado el momento pavoroso, el momento que había de decidir el destino del mundo. La suerte de la humanidad pendía de un hilo..." – DTG. pág. 690.

Desafio: "Se encontraron la gracia y la verdad, la justicia y la paz se besaron". – Salmos 85:10 – ARA.



Martes, 2/12/2008
› Tinieblas, Entregado al Enemigo


"Había verdaderos demonios en forma humana en la muchedumbre, y ¿qué podía esperarse sino la respuesta: "Sea crucificado"?... Jesús fue tomado, extenuado de cansancio y cubierto de heridas, y fue azotado a la vista de la muchedumbre... Satanás indujo a la turba cruel a ultrajar al Salvador. Era su propósito provocarle a que usase de represalias, si era posible, impulsarle a realizar un milagro para librarse y así destruir el plan de la salvación. Una mancha sobre su vida humana, un desfallecimiento de su humanidad para soportar la prueba terrible, y el Cordero de Dios habría sido una ofrenda imperfecta y la redención del hombre habría fracasado... La ira de Satanás fue grande al ver que todos los insultos infligidos al Salvador no podían arrancar de sus labios la menor murmuración. Aunque se había revestido de la naturaleza humana, estaba sostenido por una fortaleza semejante a la de Dios y no se apartó un ápice de la voluntad de su Padre... Era permitido dar a los que sufrían la muerte de cruz una poción estupefaciente que amortiguase la sensación del dolor. Esta poción fue ofrecida a Jesús; pero al probarla, la rehusó. No quería recibir algo que turbase su inteligencia. Su fe debía aferrarse a Dios. Era su única fuerza. Enturbiar sus sentidos sería dar una ventaja a Satanás... Con fieras tentaciones, Satanás torturaba el corazón de Jesús... Huestes de malos ángeles se cernían sobre el lugar. Si hubiese sido posible, el príncipe de las tinieblas, con su ejército apóstata, habría mantenido para siempre sellada la tumba que guardaba al Hijo de Dios". – DTG. págs. 733, 734, 735, 746, 753 y 779.


Piense: "Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a tomar. Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a tomar. Éste es el mandamiento que recibí de mi Padre". – Juan 10:17-18 – NVI.

Desafio: "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna". – Juan 3:16 – NVI.



Miercoles, 3/12/2008
› El Clamor, Exploremos el Misterio

El momento decisivo llegó. Declara el profeta Isaías: Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar". – Isaías 59:2 – NVI.

Ese momento llegó para Jesús, cuando el cordero que lo tipificaba, debía ser inmolado a favor de los pecadores. Mas allí estaba "¡El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!". El peso de todos los pecados, de todos los pecadores estaba depositado sobre Él. Los pecados ocultaron la faz amorosa del Padre y Jesús clama: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me desamparaste?" El cordero de aquella tarde no fue muerto, porque el Cordero de Dios estaba siendo puesto sobre el altar del sacrificio para proceder la expiación por todos los pecados. "...Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo". – Hebreos 9:26 – NVI.

En ese instante decisivo hubo una "ruptura de los poderes divinos", mas fue en ese momento "que Dios estaba reconciliando consigo al mundo en Cristo, no llevando en cuenta sus pecados". – II Corintios 5:19 – NVI, porque estos fueron depositados sobre Cristo que pagó el precio del rescate.

"¿Por qué están rojos tus vestidos, como los del que pisa las uvas en el lagar? He pisado el lagar yo solo; ninguno de los pueblos estuvo conmigo. Los he pisoteado en mi enojo; los he aplastado en mi ira. Su sangre salpicó mis vestidos, y me manché toda la ropa ¡Ya tengo planeado el día de la venganza! ¡El año de mi redención ha llegado!". – Isaías 63:2-4 – NVI.

Era el día de la venganza y de la victoria sobre el enemigo y el día de la redención.


Piense: "Entre las terribles tinieblas, aparentemente abandonado de Dios, Cristo había apurado las últimas heces de la copa de la desgracia humana. En esas terribles horas había confiado en la evidencia que antes recibiera de que era aceptado de su Padre. Conocía el carácter de su Padre; comprendía su justicia, su misericordia y su gran amor. Por la fe, confió en Aquel a quien había sido siempre su placer obedecer". – DTG, pág. 756.



Desafio: "Dios es la fuente de la vida; y cuando uno elige el servicio del pecado, se separa de Dios, y se separa así de la vida. Queda privado "de la vida de Dios." – DTG, pág. 764.



Jueves, 4/12/2008
› Consumado Es, De La Muerte a la Vida

La muerte de Jesús ocurrió como determinado por el Consejo de la Trinidad, cuando el Plan de la Salvación fue establecido, y Jesús tubo la absoluta seguridad de que todo estaba concluido, sin adelantos ni tardanzas.

"Cuando los labios de Cristo exhalaron el fuerte clamor: "Consumado esta," los sacerdotes estaban oficiando en el templo. Era la hora del sacrificio vespertino. Habían traído para matar el cordero que representaba a Cristo. Ataviado con vestiduras significativas y hermosas, el sacerdote estaba con el cuchillo levantado, como Abrahán a punto de matar a su hijo. Con intenso interés, el pueblo estaba mirando. Pero la tierra tembló y se agitó; porque el Señor mismo se acercaba. Con ruido desgarrador, el velo interior del templo fue rasgado de arriba abajo por una mano invisible, que dejó expuesto a la mirada de la multitud un lugar que fuera una vez llenado por la presencia de Dios... Todo era terror y confusión. El sacerdote estaba por matar la víctima; pero el cuchillo cayó de su mano enervada y el cordero escapó. El símbolo había encontrado en la muerte del Hijo de Dios la realidad que prefiguraba. El gran sacrificio había sido hecho. Estaba abierto el camino que llevaba al santísimo. Había sido preparado para todos un camino nuevo y viviente. Ya no necesitaría la humanidad pecaminosa y entristecida esperar la salida del sumo sacerdote. Desde entonces, el Salvador iba a oficiar como sacerdote y abogado en el cielo de los cielos". – DTG, págs. 756 y 757.

Jesús, el Dios eterno, omnipotente, omnipresente, omnisciente, descendió a este mundo para asumir la naturaleza humana y vivir como humano. ¡Antes de retornar para el Padre, después de la misión cumplida, declara que vivió exactamente como estaba escrito en las Escrituras, para que todo lo que fue escrito, recibiese la confirmación de ser verdad incuestionable!.


Piense: Para los discípulos en el camino a Emaús, al atardecer del día de su resurrección, Jesús declaró: "Era necesario que se cumpliese todo lo que a mi respecto está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos". – Lucas 24:44 – NVI.

Desafio: "—¡Vuelve esa espada a su funda! —le ordenó Jesús a Pedro—. ¿Acaso no he de beber el cáliz amargo que el Padre me da a beber? – Juan 18:11 – NVI.



Viernes, 5/12/2008
› Estudio Adicional

Muriendo la segunda muerte, ¿por qué Jesús no fue destruido, sino que, resucitó triunfante sobre esta muerte? Cuando el hombre pecó y entro en desarmonía con Dios, la sentencia de muerte eterna cayó sobre Él; el diablo y el pecado exigían la vida del hombre. Como la vida está en la sangre, únicamente la sangre y la vida de un sustituto inocente podrían librar al hombre. Este inocente tendría que enfrentar al diablo y al pecado, obteniendo la victoria, no pecando. El único con estas peculiaridades solamente podría ser el propio Creador.

Jesús declaró a sus discípulos: "Ya no les hablaré mucho, pues el príncipe de este mundo está viniendo. Él no tiene ningún derecho sobre mí". – Juan 14:30 – NVI.

Ni el diablo ni el pecado tuvieron poder sobre la vida de Cristo, porque Él vivió sin pecar. Venció al diablo y al pecado, por tanto, venció la segunda muerte. Como victorioso, Él no podía ser aniquilado, destruido, mas aniquiló y destruyó al diablo y a la muerte. Esta victoria de Jesús sobre el diablo y la segunda muerte, libra a todos los que aceptan su muerte sacrificial, del poder del diablo y del poder de la segunda muerte.

Él murió la segunda muerte, que elimina totalmente el pecado y pecadores, incluyendo al autor del pecado y sus secuaces. "Pues ciertamente viene el día, ardiente como un horno. Todos los arrogantes y todos los malhechores serán como paja,... No sobrará ni raíz ni rama". – Malaquías 4:1 – NVI.

La tristeza hasta la muerte, pesando sobre Jesús, nada tenía que ver con culpas que lo pudiesen atormentar. La visión del mundo envuelto por el pecado y los hombres en rebelión contra su amoroso Creador, rechazando la ofrenda de su gracia redentora, era la causa de esa tristeza tan profunda. ¿A qué asemejar la tristeza de Dios? ¿Encontraríamos un patrón humano?.


Piense: "Mas Él fue traspasado por causa de nuestras transgresiones, fue molido por causa de nuestras iniquidades; el castigo que nos trajo la paz estaba sobre Él, y por sus heridas fuimos curados". – Isaías 53:5 – NVI.

Desafio: "Así como hubo muchos que quedaron pasmados delante de Él; su apariencia estaba tan desfigurada, que Él se tornó irreconocible como hombre; no parecía un ser humano". – Isaías 52:14 – NVI.


 

Conozca lo autor

Pr. Albino Marks
Especialista em aconselhamento familiar e profundo estudioso da Bíblia, o pastor Albino Marks já atuou como preceptor (IAP, IACS, IAE-SP); capelão (IACS e Hospital do Pênfigo); diretor geral do IAP; departamental em várias associações e na UCB.

 

Conozca lo traduor

Daniel Román Roque
Después de servir en Adra Perú por algunos años, Dios me continúa dando la oportunidad de Servirle aquí en Brasil traduciendo los textos de los comentarios de las Lecciones de la Escuela Sabática, producidos por pastores para "La Escuela en el Aire" (Escola no Ar). Por lo que quedo infinitamente agradecido a nuestro Padre Celestial por aún poderle servir.

 

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FONTE: http://www.escolanoar.org.br/Novo/impressao_es.asp?nivel=adultos_es&data=5/12/2008