Sabado, 13/12/2008 › Unidos en Cristo "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". – 2 Corintios 5:17.
INTRODUCCIÓN – Evaluemos aspectos de la experiencia de Pablo: "Entre tanto, todas estas cosas que antiguamente juzgaba muy valiosas, ahora, las eché todas fuera, a fin de poder poner mi confianza y esperanza solamente en Cristo. Sí, todas las otras cosas pierden su valor cuando comparadas con la ganancia inestimable de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Yo puse de lado todo lo demás, porque pienso que vale menos que nada, a fin de que pueda tener a Cristo". - Filipenses 3:7 – BV. Las afirmaciones de Pablo son profundamente importantes. En otras palabras él está diciendo: Hasta el día en que encontré a Cristo, mi estilo de vida era uno; después de este encuentro, mi estilo de vida cambió totalmente. Todo lo que tenía valor para mí antes de encontrar a Cristo, perdió su valor y lo abandoné. – El cambio fue tan radical que él declara: "Cuando alguien se hace cristiano se torna una persona totalmente nueva por dentro. Ya no es la misma. Tuvo comienzo una nueva vida". 1 Corintios 5:17 BV. En el pensamiento de Pablo, aceptar a Cristo como el Señor de nuestra voluntad, implica en iniciar un nuevo vivir en una nueva humanidad. Ya no más es la humanidad mundana, carnal, que determina nuestra conducta, nuestras preferencias, nuestras decisiones; mas es la humanidad espiritual formada por el poder transformador de Cristo, que direcciona nuestras determinaciones para las cosas del cielo, las celestiales. El pecado pierde su encanto y atracción, porque el amor transformador de Jesús hace nacer una vida de amor al que es puro, justo y santo.
Piense: "Tú nos diste tus reglas de conducta para ser obedecidas de verdad... Enséñame Señor, a cumplir tus órdenes escritas. Entonces yo te obedeceré hasta el fin de mi vida... Tu mismo formaste mi cuerpo, cada parte de mi ser. Ahora, enséñame a aplicar tus reglas de comportamiento a mi vida... Percibí que aquí en la tierra no existe cosa alguna absolutamente perfecta. Solamente tus reglas para el comportamiento del hombre son totalmente justas y perfectas". – Salmos 119:4, 33, 73, y 96. Desafio: Tus palabras siempre están presentes en mi mente; pienso en ellas muchas veces para no pecar contra ti". – Salmos 119:11 – BV. Domingo, 14/12/2008 › Las Dos Humanidades Encauzando el argumento de Pablo de Filipenses 3:7, citado en la introducción, dentro del raciocinio filosófico humanista, él está diciendo: Cuando mi Súper-Ego era un código moral de conducta, yo lo orientaba por los valores morales de mi sociedad, y seguía el rumbo que ella indicaba, persiguiendo la realización y la felicidad, sin encontrarlas. Cuando encontré a Cristo, Él se tornó mi Súper-Ego y pasé por un cambio radical en mi conducta y en mi estilo de vida. Fui transformado en una nueva criatura y encontré el verdadero propósito y sentido para mi vida. ¿Cómo se opera este encuentro con Cristo? "¡Atención! Yo permanezco en la puerta y estoy tocando constantemente. Si alguien me oye llamarle y abre la puerta, entraré y haré compañía a él, y él a mí". – Apocalipsis 3:20 – BV. El cuadro es tremendamente significativo. Aquí está usted con su corazón. En verdad, el corazón en ese texto significa su voluntad, y su poder de decidir. Es la única cosa sobre la cual Dios le dio soberanía absoluta. La elección entre Cristo y Satanás, la justicia y el pecado, lo cierto y lo errado, es de su total responsabilidad. Cristo está a la puerta llamando. La decisión de abrir es suya. La evidencia de que la puerta fue abierta, y Jesús asumió el control del estilo de vida es relatada de esta manera por el apóstol Juan: "Dejen de amar este mundo malo y todo lo que les ofrece, pues cuando ustedes aman estas cosas muestran que realmente no aman a Dios; porque todas estas cosas mundanas, estos malos deseos – la locura por el sexo, la ambición de comprar todo lo que les atrae a ustedes y el orgullo que resulta de la riqueza y del prestigio – no proviene de Dios, sino del propio mundo pecaminoso". – I Juan 2:15 y 16 – BV.
Piense: "Abre mis ojos para ver las cosas maravillosas que hay en tu ley. Estoy apenas de paso por aquí la tierra, soy un viajante y necesito de tus mandamientos para orientarme". – Salmo 119:18 y 19 – BV. Desafio: "Vamos, pongan al Señor a prueba y ustedes han de experimentar su bondad. Feliz es el hombre que confía totalmente en el Señor". – Salmos 34:8 – BV. Lunes, 15/12/2008 › Todas las Cosas Nuevas - Una Nueva Humanidad Pablo expresa esta idea del surgimiento de una nueva humanidad con las siguientes palabras: "Por eso si alguien está en Cristo, es una nueva criatura. El mundo antiguo pasó, he aquí, que allí está una nueva realidad". – II Corintios 5:17 – TEB. Así como la influencia de los valores de la sociedad en que vivimos es interiorizado por el aprendizaje de las prácticas y de la enseñanza, para después ser exteriorizado en la conducta, así Cristo necesita ser hecho el Señor de nuestra voluntad y nosotros necesitamos identificarnos perfectamente con Él, para pasar a vivir una nueva realidad. Podemos por veces causar sorpresa a nuestros semejantes, porque en una u otra circunstancia nuestro modo de actuar, podrá no reflejar esta nueva realidad. No debe ser olvidado: estamos en un mundo donde enfrentamos "a las autoridades, los poderes y los dominadores de este mundo de tinieblas... el diablo, como un león que ruge, ronda, procurando a quién devorar". – Efesios 6:12 y 1 Pedro 5:8 – TEB. En esta guerra entre el bien y el mal, puede suceder caídas en la conducta de todos los que decidieron aceptar a Cristo como el Señor de su vida en la formación de su personalidad. Una caída no significa derrota. Mas aquél que esta en Cristo Jesús, por el actuante poder del Espíritu Santo, se yergue, renueva su decisión de vivir la nueva realidad y bajo la orientación del Espíritu, que es el instructor por medio de la palabra de Dios, camina para vencer.
Piense: "Aquellos que están decididos a volver su voluntad a Dios, deben servir y agradar a Dios en todo. Entonces el carácter será armonioso e equilibrado, coherente, alegre y genuino". CT. MM, 2002, pág. 64. Desafio: "El objetivo de Él era crear en sí mismo, de los dos, un nuevo hombre, haciendo la paz". – Efesios 2:15 – NVI. Martes, 16/12/2008 › La Unión con Cristo Pablo usa otras ilustraciones para describir estos cambios de una nueva humanidad: "O ustedes no saben que todos nosotros, que fuimos bautizados en Cristo Jesús,... Así como Cristo fue resucitado de los muertos mediante la gloria del Padre, también nosotros vivamos una vida nueva". – Romanos 6:3 y 4 – NVI. "También nosotros vivamos una nueva vida". Este es el verdadero y gran secreto para obtener y desarrollar una nueva personalidad psicológicamente equilibrada y feliz. Nuestra vida necesita estar escondida en Cristo y Cristo necesita ser hecho Señor de nuestra vida y de nuestra voluntad para identificarnos perfectamente con Él, pasando a vivir una nueva realidad. Para los humanistas, este tipo de vida significa perder la individualidad, la personalidad. ¿Cómo alguien puede sentirse realizado y feliz, siendo controlado por otra persona? Realmente parece una paradoja. Mas al comprender que la entrega a Cristo y el vivir en Cristo es la liberación de la esclavitud impuesta por Satanás y la obtención de la verdadera libertad en las relaciones de amor con Cristo, significa no la pérdida de la personalidad, sino, la obtención de una nueva personalidad equilibrada y un nuevo estilo de vida.
Piense: "Aquellos que están decididos a retornar su voluntad a Dios, deben servir y agradar a Dios en todo. Entonces el carácter será armonioso e equilibrado, coherente, alegre y genuino". CT. MM, 2002, pág. 64. Desafio: "Mi Dios, pues, suplirá todas vuestras necesidades, según su riqueza, magníficamente, en Jesús Cristo". – Filipenses 4:19 – TEB. Miercoles, 17/12/2008 › En Cristo Pablo con frecuencia usa esta expresión para referirse a aquellos que forman una nueva humanidad. "No hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer; pues todos son uno en Cristo Jesús". Gálatas 3:28 – NVI. El Apóstol Pablo, que experimento las más angustiantes luchas emocionales cuando separado de Dios, viviendo la humanidad de los deseos carnales, muestra el camino que conduce hacia la nueva humanidad, el equilibrio emocional y una vida de alegría abundante: "A estos quiso Dios tornar conocida cual es entre los gentiles la riqueza de la gloria de este misterio, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria". – Colosenses 1:27 – BJ. Esta unidad de Cristo en vosotros y nosotros en Cristo, para el desarrollo del nuevo estilo de vida, tornando la mente y el carácter equilibrados, fue establecida por Cristo, en estas palabras: "Permaneced en mí y Yo en vosotros... Aquél que permanece en mí y Yo en él produce mucho fruto, porque sin mí, nada podéis hacer". – Juan 15:4 y 5 – PIBR. Así como la fructificación abundante y buena de la vid, depende de su tallo saludable y fuerte, así la realización y felicidad del ser humano depende de su psiquismo equilibrado y saludable. Esta realidad solamente es disfrutada cuando el ser humano depende de su psiquismo equilibrado y saludable. Esta realidad solamente es disfrutada cuando el ser humano entra en comunión con su Creador, que conoce todas las leyes de la mente y sabe como satisfacer todas las necesidades de sus criaturas. "Mi Dios, pues, suplirá todas vuestras necesidades, según su riqueza, magníficamente, en Jesús Cristo". – Filipenses 4:19 – TEB. Cuando aceptamos a Cristo como el Señor de nuestra voluntad, pasamos a vivir orientados por sus principios y obtenemos una personalidad equilibrada y feliz en lo racional y emocional.
Piense: "Nosotros lo proclamamos, advirtiendo y enseñando a cada uno con toda sabiduría, para que presentemos a todo hombre perfectos en Cristo". Desafio: "Con Cristo yo soy un crucificado, vivo, mas no soy más yo, es Cristo que vive en mí". – Gálatas 2:19 y 20 – TEB. Jueves, 18/12/2008 › En Cristo - El Espíritu y la Iglesia La Trinidad siempre actúa en perfecta unidad. Los Tres trabajan unidos para formar ciudadanos de la nueva humanidad, sacándolos del "dominio de la carne", para dar "vida a sus cuerpos mortales, por medio del Espíritu, que habita en ustedes". – Romanos 8:9 y 11 – NVI. Cuando Cristo es aceptado como Aquél en quién nuestra experiencia personal es modelada a su semejanza, Él es introducido en la familia, revelado en la iglesia y manifestado al mundo como un llamado elocuente para transformar vidas carnales en espirituales. El Espíritu Santo establece en la familia las relaciones de armonía y mediante la presencia de los ángeles como maestros, educa a los padres para que estos sepan enseñar a los hijos, preparando la familia para heredar la salvación. En la Iglesia el Espíritu Santo desarrolla el espíritu de unidad fundado en el amor y en la paz, preparándola para testificar a los pecadores muertos en delitos y ofensas. Este es el fin último de nuestra existencia en este mundo. El resto, como declara Pablo, es basura es estiércol. ¿Quiere disfrutar de un Ego saludable, equilibrado y feliz? Centralice la formación de su carácter en el único Modelo absoluto – Cristo Jesús. ¿Quiere desarrollar una relación feliz en su vida conyugal y familiar? Refleje su vida en Jesús y Él te conferirá los valores de la nueva humanidad, tornándolo coherente y feliz. Usted revelará estos valores a sus queridos en su modo de conducta. Jesús es su Creador. Fue Él quién lo hizo semejante en su carácter al propio carácter de Él. Solamente Él tiene la habilidad y el poder para dar a su mente y a sus emociones, el equilibrio tan deseado.
Piense: " Cuando Cristo está en el corazón, es traerle a la familia. El padre y la madre sienten cuán importante es vivir en obediencia al Espíritu Santo para que los ángeles celestiales, quienes sirven a los que han de heredar la salvación, los atiendan como maestros en el hogar y los eduquen y preparen para la obra de enseñar a sus hijos". – Hogar Adventista, pág. 291. Desafio: "Pues en un solo cuerpo todos nosotros fuimos bautizados en un único Espíritu: quiera judíos, quiera griegos, quiera esclavos, quiera libres. Y a todos nos fue dado a beber de un único Espíritu". – I Corintios 12:13 – NVI. Viernes, 19/12/2008 › Estudio Adicional El profeta Isaías recibió por inspiración del Espíritu Santo una visión de las condiciones dominantes en nuestra humanidad: "Ellos mirarán para todos los lados procurando una esperanza, mas solo habrá miedo, tristeza y desesperación. Y después, serán echados en la más terrible oscuridad". – Isaías 8:22 – BV. ¡Qué descripción dramática de la realidad de nuestra humanidad! Hombres, mujeres y aún niños andando sin rumbo, desanimados y con hambre. Por causa del hambre insaciable de sus necesidades espirituales y emocionales, que lo atormentan y deprimen al ser humano en su psiquismo, él queda con indignación, maldiciendo al gobierno de Dios. Mirando para todos los lados en procura de un camino de esperanza, mas solo encuentran temor, tristeza, desesperación, angustia, sufrimiento, sombras de ansiedad y sin poder vislumbrar ningún medio de escapar de estas situaciones. De la misión de Jesús, el médico Lucas declara: "Como Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con virtud; el cual andó haciendo bienes, y curando a todos los oprimidos del diablo, porque Dios era con Él". – Hechos 10:38 "Cristo anhelaba que los seres humanos conturbados, oprimidos y cansados fuesen a Él, para que les pudiese dar luz, vida, alegría y paz que no encontraron en ningún otro lugar". – VT. MM. 2002, pág. 293.
La alegría de la salvación es el bálsamo que el gran médico aplica para curar a todos, todas las heridas que el pecado causa. Este bálsamo es tan poderoso porque está concentrado en las relaciones de amor de una Persona – Jesús. Él es nuestro Creador y nuestro Amigo. Él nos toca con el poder de su amor restaurador. Asumió las consecuencias mortales del pecado de Adán, y nos asegura el perdón y la cura de nuestros pecados y ofrece luz, vida, alegría y paz. Él forma dentro de nosotros la nueva humanidad que nos prepara para la humanidad eterna. Es solo creer, es solo confiar.
Piense: "El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter... el hombre fue creado a semejanza de Dios. Su naturaleza estaba en armonía con la voluntad de Dios. Su mente era capaz de comprender las cosas divinas. Sus afectos eran puros, sus apetitos y pasiones estaban bajo el dominio de la razón. Era santo y se sentía feliz de llevar la imagen de Dios y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad del Padre". – PP., pág. 45. Desafio: "La felicidad de los seres humanos está en su obediencia a las leyes de Dios. En su obediencia a la ley de Dios, son cercados por un muro y guardados del mal. Nadie puede ser feliz y apartarse de las exigencias específicas de Dios, estableciendo sus propios patrones, que juzgan poder seguir con seguridad". – CT. – MM. 2002, pág. 24. |