Sabado, 26/12/2009 - › INTRODUCCIÓN "Así, pues, por sus frutos los conoceréis". – Mateo 7:20 – ARA.
El tema de este trimestre se fundamenta en la declaración de Pablo a los Gálatas, el capítulo 5 y los versículos 22 y 23, donde él describe el fruto del Espíritu Santo. Ese fruto es implantado en la vida de aquellos que aceptan a Jesús como Salvador y Señor y es producido mediante la actuación del poder del Espíritu Santo.
El fruto es un todo formado por varios elementos que se funden en perfecta armonía, revelando el carácter del verdadero discípulo de Jesús. El fruto del Espíritu determina un estilo de vida que demuestra a los otros que Cristo es santificado como Señor en su corazón y vive la esperanza de la eternidad en la promesa del retorno de Jesús.
"Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria". – Colosenses 3:1-4 – NVI.
Es el fruto del Espíritu que evidencia el tipo de persona que somos. "Así que por sus frutos los conocerán". – Mateo 7:20 - NVI.
El fruto del Espíritu en todos sus elementos posee características que identifican los atributos comunicables de Dios. Por tanto, el fruto del Espíritu es el desarrollo de esos atributos en el carácter de todos los que rinden su voluntad al control de la voluntad de Jesús, expresada en su Palabra y en sus preceptos de conducta.
Piense: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios". Romanos 8:14 – NVI."Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu". – Gálatas 5:25 - NVI.
Domingo, 27/12/2009 - › Cada Árbol es Conocido por sus Propios Frutos Como corona de su obra creadora, Dios creó al hombre. "Dice Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..." Génesis 1:26. En el acto creador, Dios estableció una diferencia fundamental entre los animales y el hombre. Aquellos fueron creados según su especie por el poder de su Palabra, este, fue modelado por el poder del toque de su amor, cariñosamente esculpiendo el cuerpo de Adán y Eva y poniendo en ellos su imagen y su semejanza. Con amor, implantó en el carácter de ellos los atributos comunicables de su carácter, confiriéndoles la imagen divina. "El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter". Patriarcas y Profetas, pág. 45.
El hombre fue creado a la semejanza e imagen de Dios, pero no como Dios. Los atributos comunicables del carácter de Dios fueron puestos en el carácter del hombre, no en su plenitud, mas de tal modo que puediesen ser desarrollados a través de la eternidad. "Cuando Adán salió de las manos del Creador, llevaba en su naturaleza física, mental y espiritual, la semejanza de su Hacedor. "Creó Dios al hombre a su imagen", Gén. 1:27, con el propósito de que, cuanto más viviera, más plenamente revelara esa imagen, más plenamente reflejara la gloria del Creador. Todas sus facultades eran susceptibles de desarrollo". – Educación, pág. 15.
Por tanto, el hombre fue creado con la posibilidad de desarrollar todas sus facultades espirituales, morales e intelectuales, produciendo el fruto de los atributos del carácter de Dios. Luego, el hombre siempre tendría motivaciones para crecer. Semejante a la imagen de Dios en todos estos aspectos, pero no como Dios o un dios.
Piense: "El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca". – Lucas 6:45.- NVI.
Desafio: "Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!". – 2 Timoteo 3:5 – NVI.
Lunes, 28/12/2009 - › Sin Mí Nada Podéis Hacer En el capítulo 15 de Juan, Jesús presenta el ideal de la Trinidad para aquellos que deben presentarlos delante del mundo y proclamar por su carácter y sus relaciones con los otros que son sus verdaderos discípulos. Usa la parábola de la Vid Verdadera, donde Él se presenta como la Vid, el Padre el labrador y aquellos que lo aceptan como las ramas. La relación del verdadero discípulado solamente será revelada al mundo si hubiera perfecta unidad e identidad de las ramas con la vid.
Jesús pone énfasis en el argumento, repitiéndolo: "permanezcan en mí, y yo permaneceré en vosotros". – vs. 4. – NVI. Él mismo explica como esta permanencia se torna un hecho real: "Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor". – vs. 9 y 10 – NVI.
Un poco más adelante añade otro argumento fuerte: "Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando". – vs. 14 – NVI.
Luego, la verdadera relación de permanencia en Jesús, establece el principio de obediencia. Permanecer en Jesús no es algo abstracto, indefinido. Se fundamenta sobre principios de obediencia. Es imposible obedecer a algo indefinido.
Evaluemos un poco más esta declaración de Jesús: "Así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor". – Juan 15:10 – NVI.
Todo discípulo de Jesús, por su gracia y su amor, desarrollará la misma experiencia de permanencia en Él y en el Padre, viviendo en perfecta unidad con la Vid verdadera. Jesús declaró: "porque sin mí, nada podéis hacer". – Juan 15:5.
Piense: Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí". – Juan 15:4. NVI. (Permanecer es estar unidos a la vid).
Desafio: "He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí". – Gálatas 2:20 - NVI.
Martes, 29/12/2009 - › En Esto es Glorificado mi Padre Este aspecto de desarrollo del hombre en conocimiento de la infinita sabiduría de Dios, es extraordinariamente maravilloso. Los estudiosos del cerebro humano, descubrieron todo el potencial de crecimiento del hombre en su intelecto. Los neuronas, que son los responsables por el almacenamiento y aumento del potencial intelectual del hombre, están formados y organizados de tal modo que su límite es el infinito.
Cuando salió de las manos del Creador, el hombre recibió el derecho de su libre alvedrío. Dios concedió al hombre el derecho de elegir vivir para glorificar a su Creador, o oír la voz del engañador y elegir glorificarse a sí mismo. Dios corrió con Adán y Eva el riesgo de esa elección. Satanás obtuvo el dominio sobre el hombre cuando lo indujo al pecado y le quitó el derecho de elección. El hombre se tornó esclavo teniendo somo su único fin la muerte.
Dios, mediante Jesús, como el don de la gracia, pagando el precio del rescate, devolvió al hombre el derecho de elegir. El salario del pecado es la muerte; el don de la gracia es vida. Este acto de Dios, desconocido por todo el universo y por el mismo Satanás, es la revelación del misterio de Dios que maravilló a los ángeles y a los mundos ya habitados y que desconcertó a Satanás.
En Cristo Jesús, el hombre tiene nuevamente el derecho y la oportunidad de elegir glorificar a Dios, permitiendo que el Espíritu Santo implante y produzca en él el fruto del carácter de Dios. Es por la semejanza del carácter del hombre con el carácter de Dios en sus atributos, que él glorifica a Dios y declara a los otros ser discípulo de Jesús.
Piense: "Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos". – Juan 15:8 – NVI. Desafio: "Así brille la de luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre de ustedes, que está en los cielos". – Mateo 5:16 – NVI.
Miercoles, 30/12/2009 - › Para que Produzca más Fruto Aún En la parábola de la vid Jesús enfatiza el hecho de que el agricultor poda todas las ramas que no están dando fruto y limpia todos aquellos que están en Él para que den más fruto. La poda es la acción de Dios quitándo todas las ramas que se constituyen en una sobre carga para la vid. La limpieza es el proceso de purificación de los pecados que, como defectos de carácter impiden la fructificación según la voluntad de Dios. La misma lección se encuentra en la parábola de la higuera infructífera. Ella recibe todo un trato de amor y fortalecimiento para que pueda producir buenos frutos.
La salvación por la gracia envuelve conducta en armonía con el reino de la gracia. Libertados de la esclavitud del pecado, precisamos vivir en el reino de la gracia no teniendo ningún placer en la práctica del pecado. Pablo es enfático al declarar: "Aquellos que practican esas cosas no heredarán el Reino de Dios". - Gálatas 5:21 – NVI.
Salvos por la gracia, practicamos los preceptos de la voluntad de Dios, porque Él reveló todo su amor por nosotros, sobre la cruz, para salvarnos, y ahora con gran amor glorificamos su nombre y reconocemos su Soberanía.
Pedro, analizando el proceso de crecimiento en la fructificación, escribe: "Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos". – 2 Pedro 1:8 – NVI.
La fructificación cada vez más abundante se manifestará en diferentes aspectos. Crecer en el pleno conocimiento del carácter de Jesús, que "es el respalandor de la gloria de Dios y la expresión exacta de su ser", crecer en la actividad en favor de la proclamación del Reino de Dios; crecer en la productividad de la propia vida espiritual y en la influencia inspiradora para con los semejantes.
Piense: "Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu". - 2 Corintios 3:18 – Nueva Versión Internacional.
Desafio: "Porque para Dios nosotros somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden". – 2 Corintios 2:15 – NVI.
Jueves, 31/12/2009 - › "Y Si Diere Fruto, Bien; y Sino..." Como líderes de iglesia ¿cómo estamos tratando al rebaño bajo nuestro cuidado? ¿Respetamos su derecho de libre alvedrío o los tratamos como esclavos? Como padres, ¿cómo tratamos a nuestros hijos? ¿Ellos tienen la libertad para su libre elección? ¿Si ellos eligieren de manera equivocada esto significa que como padres fracasamos? ¿Abandonamos al hijo por hacer una elección equivocada? ¿Abandonó Dios al hombre por haber tomado una decisión equivocada? ¡No! ¡De modo alguno! ¡Dios amó! A la verdad, derramó a raudales su amor sobre el hombre.
Cuando el hombre cayó en pecado, por hacer una elección equivocada, Dios abrió las compuertas del rio de la gracia, y fue al encuentro del hombre ofreciendo la gracia en superabundancia: el perdón, la justificación, la reconciliación, la santificación y la glorificación, concediéndole nuevamente la oportunidad de elegir el estilo de vida de obediencia a los preceptos de Dios. En ese estilo de vida el hombre glorifica a Dios, desarrollando en su carácter los atributos comunicables del carácter de Dios. "Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos". – Juan 15:8 – NVI.
En la parábola de la higuera infructífera el amor y la gracia de Dios son revelados por los actos del agricultor de excavar, suavisar la tierra y abonarla. Todo un trabajo de cuidadoso amor es dedicado en favor de la higuera para que ella pueda fructificar. Si aún así no correspondiera a la expectativa del Señor del huerto, será finalmente arrancada. Los atributos del carácter del pecador salvado por Jesús, precisan revelar su semejanza con los atributos del carácter de Dios. En caso de que no estuviera sucediendo así, el Espíritu Santo no está teniendo la oportunidad de realizar esa obra en su vida.
Piense: "Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí". – Juan 15:4 – NVI.
Desafio: "Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor". – Juan 15:10 – NVI.
Viernes, 1/1/2010 - › Estudio Adicional Aceptar la justicia imputada de la gracia por la fe y no caminar por la senda de la justicia comunicada por la obediencia a los preceptos que revelan y desarrollan los atributos comunicables del carácter de Dios en el carácter del pecador contrito, implica en no conceder al Espíritu Santo la oportunidad de poner en acción el proceso de justificación para la santificación y la glorifiicación.
Para orientar la conducta Jesús pone delante del pecador rescatado la ley del amor. Amor a Dios y amor al prójimo."Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente... Ama a tu prójimo como a ti mismo." – Mateo 22:37 y 39. NVI.
¿Por qué observar el sábado como día sagrado, si no aceptamos al Señor del sábado? ¿Tiene lógica?
Observamos todos los preceptos de la ley moral poniendo en acción la salvación que nos es ofrecido y dado por gracia por el Autor y Señor de la Ley moral.
Cristo es nuestra justicia. Recibiendo la justicia de Cristo somos hechos semejantes a Él. Su carácter es perfecto, santo e inmutable. La Ley moral de Dios – la justicia codificada ´es la transcripción del carácter de Dios. Ella es perfecta, santa e inmutable. Orientando nuestra conducta en armonía con la ley moral – transcrito del carácter de Dios – es que obtenemos un carácter semejante a la de Cristo. Su caráter es revelado en nuestro carácter. Esta es la obra del Espíritu Santo mediante la Palabra.
Vivir las alegrías de la salvación sin estar viviendo en armonía con el carácter de Cristo transcrito en su ley moral, es vivir una fe y una alegría falsas que se revelarán ineficaces en el momento decisivo. La fe en la gracia conduce a la alegría de la obediencia. (Romanos 1:5)
Piense: "En todo acto de la vida, debemos manifestar el nombre de Dios... No podemos santificar su nombre ni representarlo ante el mundo, a menos que en nuestra vida y carácter representemos la vida y el carácter de Dios. Esto podrá hacerse únicamente cuando aceptemos la gracia y la justicia de Cristo... El cristianismo tiene tan poco poder en el mundo porque los hombres aceptan el nombre de Cristo, pero niegan su carácter en sus vidas. Por estas cosas el nombre del Señor es motivo de blasfemia". – El Mayor Discurso de Cristo, págs. 107 y 136.
Desafio: Los que ejercen verdadera fe en Cristo manifiestan eso por la santidad de carácter, por la obediencia a la ley de Dios... Comprenden que el carácter del cristiano debe representar el carácter de Cristo y estar lleno de gracia y de verdad... El Espíritu Santo en el corazón lo torna completo en Cristo". - Meditación Matinal, pág. 16 - 1999
| Conozca lo autor |  | Pr. Albino Marks Especialista em aconselhamento familiar e profundo estudioso da Bíblia, o pastor Albino Marks já atuou como preceptor (IAP, IACS, IAE-SP); capelão (IACS e Hospital do Pênfigo); diretor geral do IAP; departamental em várias associações e na UCB. | Conozca lo traduor |  | Daniel Román Roque Después de servir en Adra Perú por algunos años, Dios me continúa dando la oportunidad de Servirle aquí en Brasil traduciendo los textos de los comentarios de las Lecciones de la Escuela Sabática, producidos por pastores para "La Escuela en el Aire" (Escola no Ar). Por lo que quedo infinitamente agradecido a nuestro Padre Celestial por aún poderle servir. | |