terça-feira, 29 de dezembro de 2009

Comentario da Lección 01 - “Por sus frutos...” - Sexta - Escola no Ar

1do Trimestre del 2010 - EL FRUTO DEL ESPÍRITU
Comentario da Lección 01 - "Por sus frutos..."

Viernes, 1/1/2010

Estudio Adicional

Comentario por Pr. Albino Marks
Tradución: Daniel Román Roque

 

Aceptar la justicia imputada de la gracia por la fe y no caminar por la senda de la justicia comunicada por la obediencia a los preceptos que revelan y desarrollan los atributos comunicables del carácter de Dios en el carácter del pecador contrito, implica en no conceder al Espíritu Santo la oportunidad de poner en acción el proceso de justificación para la santificación y la glorifiicación.

Para orientar la conducta Jesús pone delante del pecador rescatado la ley del amor. Amor a Dios y amor al prójimo."Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente... Ama a tu prójimo como a ti mismo." – Mateo 22:37 y 39. NVI.

¿Por qué observar el sábado como día sagrado, si no aceptamos al Señor del sábado? ¿Tiene lógica?

Observamos todos los preceptos de la ley moral poniendo en acción la salvación que nos es ofrecido y dado por gracia por el Autor y Señor de la Ley moral.

Cristo es nuestra justicia. Recibiendo la justicia de Cristo somos hechos semejantes a Él. Su carácter es perfecto, santo e inmutable. La Ley moral de Dios – la justicia codificada ´es la transcripción del carácter de Dios. Ella es perfecta, santa e inmutable. Orientando nuestra conducta en armonía con la ley moral – transcrito del carácter de Dios – es que obtenemos un carácter semejante a la de Cristo. Su caráter es revelado en nuestro carácter. Esta es la obra del Espíritu Santo mediante la Palabra.

Vivir las alegrías de la salvación sin estar viviendo en armonía con el carácter de Cristo transcrito en su ley moral, es vivir una fe y una alegría falsas que se revelarán ineficaces en el momento decisivo. La fe en la gracia conduce a la alegría de la obediencia. (Romanos 1:5)

Piense: "En todo acto de la vida, debemos manifestar el nombre de Dios... No podemos santificar su nombre ni representarlo ante el mundo, a menos que en nuestra vida y carácter representemos la vida y el carácter de Dios. Esto podrá hacerse únicamente cuando aceptemos la gracia y la justicia de Cristo... El cristianismo tiene tan poco poder en el mundo porque los hombres aceptan el nombre de Cristo, pero niegan su carácter en sus vidas. Por estas cosas el nombre del Señor es motivo de blasfemia". – El Mayor Discurso de Cristo, págs. 107 y 136.

Desafio: Los que ejercen verdadera fe en Cristo manifiestan eso por la santidad de carácter, por la obediencia a la ley de Dios... Comprenden que el carácter del cristiano debe representar el carácter de Cristo y estar lleno de gracia y de verdad... El Espíritu Santo en el corazón lo torna completo en Cristo". - Meditación Matinal, pág. 16 - 1999

FONTE: http://www.escolanoar.org.br/es/