quinta-feira, 24 de dezembro de 2009

Comentario da Lección 13 - Ciudades de Refugio - Escola no Ar

4do Trimestre del 2009 - Un Pueblo en Marcha - El Libro de Números
Comentario da Lección 13 - Ciudades de Refugio

Jueves, 24/12/2009

Cristo, Nuestro Refugio

Comentario por Pr. Albino Marks
Tradución: Daniel Román Roque

 

María se tornó el centro de la mayor batalla espiritual trabada en los campos de Palestina entre Cristo y Satanás, para trasmitir esperanza al más vil pecador. Cuando a los ojos humanos, su caso parecía desesperado, Cristo vio en María aptitudes para el bien. Vio los mejores trazos de su carácter. El Plan de salvación dotó a la humanidad de grandes posibilidades, y en María se debían realizar los mismos. Mediante su gracia se torno participante de la naturaleza divina… Jesús conoce las circunstancias que rodean a cada alma. Tú puedes decir: Soy pecador, muy pecador. Puedes serlo; pero cuanto peor seas,
tanto más necesitas a Jesús. El no se aparta de ninguno que llora contrito. No dice a nadie todo lo que podría revelar, pero ordena a toda alma temblorosa que cobre aliento. Perdonará libremente a todo aquel que acuda a él en busca de perdón y restauración. - El Deseado de Todas las Naciones, pág. 522.

Jesús nunca abandono a Maria. Se empeñó en una batalla cruenta con el poderoso enemigo. Cuando María era vencida por los ataques del astuto tentador, Jesús extendía su brazo de amor y perdón para libertarla. Siete veces ella cayó; siete veces Jesús la levantó. Se evidencio en la experiencia de María la declaración de Pablo: "Mas donde abundó el pecado, superabundó la gracia". Romanos 5:20. A la verdad, el río de la gracia de Jesús transborda en sus márgenes para alcanzar al mayor pecador.

A los pies de Jesús se encontraban el seductor y la seducida. Dos vidas que fueron degradadas y atormentadas por el archienemigo de Dios y de los hombres. Sin embargo, el acontecimiento que se tornó una doble tragedia bajo el poder del gran engañador, envolviendo estas vidas en pecado, fue transformado en doble victoria por el poder del amor.

Piense: "María había sido considerada como una gran pecadora, pero Cristo conocía las circunstancias que habían formado su vida. El hubiera podido extinguir toda chispa de esperanza en su alma, pero no lo hizo. Era él quien la había librado de la desesperación y la ruina. Siete veces ella había oído la reprensión que Cristo hiciera a los demonios que dirigían su corazón y mente. Había oído su intenso clamor al Padre en su favor. Sabía cuán ofensivo es el pecado para su inmaculada pureza, y con su poder ella había vencido.
El Deseado de Todas las Gentes, pág. 339.

Desafio: "Pero así dice el SEÑOR: Sí, al guerrero se le arrebatará el cautivo, y del tirano se rescatará el botín; contenderé con los que contiendan contigo, y yo mismo salvaré a tus hijos". – Isaías 49:25 – NVI.

FONTE: http://www.escolanoar.org.br/es/