| Sabado, 19/6/2010 - › Apoyo Social: El Vínculo que Une "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". – Juan 13:34-35. INTRODUCCIÓN – Vivimos en un mundo donde como consecuencia del pecado, la violencia aumenta de manera asustadora. En medio de ese ambiente la tendencia de las personas es aislarse; las casas son cercadas por muros con protección eléctrica y la comunicación si esto existe, es hecha por interpone. Sin embargo, el hombre por naturaleza es un ser gregario, social. Por esta razón, el aislamiento trae consecuencias destructoras sobre la salud. Es para esta clase de mundo que tenemos la responsabilidad de llevar el mensaje de aliento, amor y esperanza. Precisamos descubrir formas de contacto con personas que pasan a vivir solitarios. La verdadera felicidad no consiste en riquezas, posición o fama, más en tornar a otros felices. Pablo eternizó las palabras de Jesús: "Hay mayor felicidad en dar que en recibir". – Hechos 20:35 – NVI. Ese dar no significa dar limosnas, sino darse a sí mismo, olvidándose de sí mismo en el esfuerzo por ayudar a otros para encontrar el real sentido de la vida de servicio por la comunión con Dios y con sus semejantes. Es preciso salir del ostracismo y comprender que nadie vive para sí. He aquí una ley muy simple de ser entendida y que vale la pena comprender: "Aquél que solo se interesa en sí mismo, pierde el interés de los otros por él, aquél que se interesa por los demás, atrae sobre sí el interés de los otros". Beni dejó estas palabras inspiradoras: "Es preciso, con todo, hacer alguna cosa: Ser grande y ser bueno es el vértice del destino humano. No pudiendo ser más nada, seamos, por lo menos buenos; queriéndolo que nos sea la más fácil de lo que muchos creen". Piense: "Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, daos preferencia unos a otros". – Romanos 12:10 – Biblia de las Américas. Desafio: "Por eso esforcémonos en promover todo cuanto conduce a la paz y a la edificación mutua". – Romanos 14:19 – NVI. Domingo, 20/6/2010 - › La Imagen Original El hombre fue creado a imagen de Dios, conforme a su semejanza, más no como Dios. Los atributos del carácter de Dios fueron colocados en el carácter del hombre, no en su plenitud, sino, de tal modo que pudiesen ser desarrollados a través de la eternidad. " Cuando Adán salió de las manos del Creador, llevaba en su naturaleza física, mental y espiritual, la semejanza de su Hacedor. "Creó Dios al hombre a su imagen", - (Génesis 1:27), con el propósito de que, cuanto más viviera, más plenamente revelara esa imagen - más plenamente reflejara la gloria del Creador. Todas sus facultades eran susceptibles de desarrollo; su capacidad y su vigor debían aumentar continuamente". – Educación, pág. 15. Por tanto, Dios creó al hombre con la posibilidad de desarrollo en todas sus facultades espirituales, morales e intelectuales. Luego, el hombre siempre tendría motivaciones para crecer. Semejante a la imagen de Dios en todos estos aspectos, más no como Dios o un dios. Para desarrollar la experiencia de compartir las dádivas de Dios, el hombre fue creado perfecto, más incompleto en sí mismo. "…Sin embargo, ninguno de ellos resultó ser la ayuda adecuada para él.". – Génesis 2:20 – DHH. Dios lo hizo dormir y con amor modeló a la mujer a partir de una costilla extraída del cuerpo de Adán. Lo despertó del sueño y le presentó a Eva. Adán reaccionó: " ¡Ahora! sí". – Génesis 2:23 – Biblia en el Lenguaje de Hoy. La vida y la alegría, atributos inagotables del manantial de la gracia fueron comunicados para el hombre sin pecado y deberían inundar este mundo a través del acto de compartir. Piense: "El hombre debería tener la imagen de Dios, tanto en la apariencia exterior como en el carácter". – Patriarcas y Profetas, pág. 28. Desafio: "Los ángeles de Dios no ambicionan mayor conocimiento de lo que conocer la voluntad de Dios; y su mayor deleite es cumplir la perfecta voluntad del Padre Celestial". – M. Matinal, 1999, pág. 362. Lunes, 21/6/2010 - › Las Personas: Seres Sociales Dios creó al ser humano con la necesidad de establecer relaciones. La necesidad de relacionarse con el propio Dios, relacionarse con sus semejantes, y aún con la naturaleza: animales y plantas. Dios declaró "No es bueno que el hombre este solo". – Génesis 2:18 Pablo, el gran predicador del evangelio en el primer siglo escribió a los romanos: "Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo… Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí". Romanos 15:1-2, y 14:7. NVI. Este no es un concepto Paulino. Después de desmenuzar los deberes mutuos para establecer relaciones sanas, positivos y que promuevan ambientes de paz y felicidad. Dios hace esta síntesis para los israelitas: "Es así que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Soy el Señor". Levíticos 19:18 – Traducción Ecuménica de la Biblia. Son conceptos psicológicos profundos y amplios, que puestos en práctica comunican un poder transformador en nuestras relaciones, porque traen oculto en sí el poder actuante de Dios. Nuestro Dios como que está diciendo: "Yo el Señor, el único orientador absoluto y perfecto, estoy enseñando este comportamiento en vuestras relaciones". Jesús es nuestro Creador. Fue Él que nos hizo semejantes en nuestro carácter al mismo carácter de Él. Fue Él quién puso las leyes que rigen todas nuestras glándulas, nervios y músculos. Nadie conoce mejor estas leyes que Él. Si comprendemos los conceptos del mayor Psicólogo, contenidos en el mayor compendio de psicología, la Escritura Sagrada, y los ponemos en práctica, seguramente acontecimientos fantásticos tendrán lugar en nuestras relaciones y en nuestra vida. Piense: "Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo". – Gálatas 6:2 – NVI. Desafio: "Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente es miembro de ese cuerpo". – 1 Corintios 12:27 – NVI. Martes, 22/6/2010 - › Unidad en la Redención Sin sombra de dudas, las orientaciones de Pablo en Efesios 4, sobre nuestras relaciones como familia de Dios, son las más completas. La Iglesia es formada por muchos miembros, mas estos constituyen un solo cuerpo, viviendo la misma fe y la misma esperanza. Luego, se espera que cada miembro se comprometa a vivir y proclamar por su conducta y por precepto la fe, la esperanza y el propósito de la iglesia. La Iglesia fue elegida por Dios y le pertenece a Él. Tal como Dios es santo, ella debe también ser santa. Esto solamente es posible mediante el control del Espíritu Santo. "Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe". – Gálatas 5:25 – DHH. Es el Espíritu Santo trabajando en nosotros, que nos tornará semejantes a Jesús en santidad y unidad de vida. Este ideal nunca fue dejado de lado de los hijos de Dios. "Vosotros seréis santos para conmigo, porque yo, el Señor, soy santo y os he distinguido de los demás pueblos para que seáis míos". – Levítico 20:26 – DHH. La Iglesia no es exclusividad de una nación o pueblo. Ella es el cuerpo de Cristo, y Cristo no hace acepción de personas. Todos los hombres de todas partes son llamados para unirse al cuerpo de Cristo. Dios nunca llama hombres para el individualismo, para vivir como si fueran ermitaños. Todos son llamados para pertenecer a un cuerpo universal. Lo que tiene valor es pertenecer al cuerpo de Cristo. La Iglesia tiene una misión. Dice Jesús: "Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo", - Mateo 28:18 – Biblia de las Américas. La Iglesia es un lucero en este mundo de pecado para iluminar las tinieblas. Unidos en torno de Cristo y reflejando el amor de Cristo, podemos transformar el mundo. Piense: "De quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor". – Efesios 4:16 – Biblia de las Américas. Desafio: "Hagan todo el esfuerzo, para conservar la unidad del Espíritu por el vínculo de la paz". – Efesios 4:3 – NVI. Miercoles, 23/6/2010 - › Apóyense Unos a Otros "En esto todos conocerán que sois mis discípulos; si tuviereis amor los unos con los otros". – Juan 13:35 – RV. ¿Cómo Jesús expuso esta manera de amar para sus discípulos? ¿Qué principios Jesús estableció para definir este amor que forma convicciones poderosas en la mente de los observadores de la conducta de sus seguidores? El amor al cual Jesús se refiere en el mandamiento del amor posee características distintas de cualquier tipo vulgar de amor. En su respuesta a los fariseos, Jesús definió dos mandamientos fundamentados en el amor, por tanto, la misma base del nuevo mandamiento, que Jesús no declaró ser el undécimo mandamiento de la ley. En su respuesta Él esclarece que la primera persona que debe recibir el amor de los seres humanos, es Dios. En el enunciado del segundo mandamiento, Jesús sintetiza los seis mandamientos de la segunda parte de la ley y dirige las expresiones del amor para el prójimo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Jesús cierra su respuesta con una declaración que hace pensar: "No hay mayor mandamiento que estos". "Y de estos dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetas. "Como yo os amé": Conocer, comprender y practicar el amor como Jesús lo practicó, es la nueva manera de vivir el amor, establecido sobre los principios de la ley del amor de Dios, los Diez Mandamientos, incluyendo el sábado. Piense: "Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes a fin de que glorifiquen a Dios". Romanos 15:7 Nueva Versión Internacional. Desafio: "En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes". 1 Pedro 3:8 – Nueva Versión Internacional. Jueves, 24/6/2010 - › Sírvanse Unos a Otros El Dr. Albert Schweitzer, cierta vez fue inquirido sobre lo que podría ser hecho para sanar los males de este mundo y tornarla mejor. Él respondió: "Haga lo que pudiere. No basta existir apenas. No basta decir 'estoy ganando lo bastante para vivir y sustentar mi familia. Hago bien mi trabajo. Soy un buen padre. Soy buen marido'. Todo eso está muy bien. Pero necesitamos hacer alguna cosa más. Procure siempre hacer algún bien en algún lugar. Todo hombre debe de buscar su propia manera de tornar más noble su propio yo y conocer su propio valor real. "Debemos dar algún tiempo a los otros hombres. Aún que sea una niñería hagamos algo por aquellos que precisan de auxilio, alguna cosa por la cual no recibimos pago alguno a más del privilegio de hacerlo. Porque debemos recordar que, no vivimos en un mundo que pertenece apenas a nosotros, nuestros hermanos están también aquí". – Citado en This Week. Interesarse por los otros significa actuar a favor de ellos. No basta un interés académico. Es preciso estar dispuesto hasta el sacrificio para ser útil a los otros. Es necesario gastar energía, beneficiando a aquellos que están en necesidades de auxilio. Quién actúa así, no tiene tiempo para pensar en sí mismo en sus propias desgracias. Todos nosotros recibimos habilidades de Dios. Pero ni todos, recibimos los mismos dones. Dios diversifica los dones para concedernos la oportunidad de tornarnos útiles a favor de los otros. "Tenemos diferentes dones, de acuerdo con la gracia que nos fue dada". – Romanos 12:6 – NVI. Piense: "Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función,5 también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás". – Romanos 12:4-5 – Nueva Versión Internacional. Desafio: "Con el fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo". – Efesios 4:12 – NVI. Viernes, 25/6/2010 - › Estudio Adicional En sus orientaciones para la iglesia, Pablo declaró: "Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo". – Gálatas 6:2 – NVI. ¿Cuál es la ley de Cristo que Pablo recomienda que, como hijos justificados y salvos, cumplamos? La del servicio a favor del prójimo. El verdadero hijo de Dios se identifica con el Dador de la vida y de las bendiciones a favor de sus hijos. Jesús declaró que el genuino amor por nuestros semejantes nos identifica como hijos de Dios: "Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros". – Juan 13:34-35 – NVI. Pablo coloca delante de sus hijos en la fe los mismos principios que Jesús colocó delante de sus discípulos: "Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser siervo de todos". – Marcos 10:43-44 NVI. Esta es la ley de Cristo: ser humilde y prestar servicio a favor de aquellos que se encuentran a nuestro rededor. Cristo evoca el centro de su misión: "Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos". – Marcos 10:45 – NVI. Así como Cristo dio su vida, también sus discípulos deben entregarse en servicio desinteresado a favor de sus semejantes. Cada uno de nosotros tiene su propia carga, mas siempre encontraremos a aquellos que no son pocos que tienen cargas mucho más pesadas de los nuestros. Dios los pone en nuestro camino, concediéndonos la oportunidad de perfeccionar nuestro carácter. Piense: "Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie. Que cada uno cargue con su propia responsabilidad". – Gálatas 6:3-5. – NVI. Desafio: "Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe". – Gálatas 6:10. – NVI. |