| Sabado, 26/3/2011- › En el Telar del Cielo
"Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos". Romanos 4:7.
INTRODUCCIÓN – Gracia, ¿Cómo definir esta dádiva de Dios para el hombre? Cuando entendemos que el plan de vida de Dios para el hombre no se fundamenta en leyes fijas y frías, sino en una relación de amor, armonía y de confianza. Una definición simple, más al mismo tiempo amplio sería: Gracia es la vida eterna de Dios comunicada al hombre, movido por el amor. Por lo tanto, todo lo que el hombre recibe son manifestaciones del carácter amoroso del Dios-Trino que es gracia plena e inagotable.
Colocándola en el contexto del hombre vencido por el pecado, gracia es Dios-Trino, en Jesús, asumiendo el lugar del pecador, su culpa, su castigo, su muerte eterna que debería sufrir; no obstante, le dio su amor, su perdón, su justicia, su paz, su vida eterna. Todo el mal es quitado del pecador, y todo el bien que se le es dado sin que nada pueda dar en cambio, sino, a sí mismo por la fe en Jesús. La gracia es la Trinidad, en Jesús, reconciliando al pecador consigo mismo.
El hombre que fue creado a la imagen y semejanza de Dios recibió vida que emana de la fuente de gracia – el Dios-Trino. Un hecho importante que es puesto en evidencia en la comunicación de la gracia es la determinación de Dios fundada en las relaciones que tiene como base el amor.
El Amor de Dios para con el hombre caído, revelado en el principio del libre albedrío concedido al ser humano, la libertad de tomar decisiones, de hacer elecciones. El amor del hombre para con Dios, es reconocerlo como la fuente de amor y de gracia, declarando su entera dependencia con el acto de la obediencia. Una dádiva y una respuesta, son inseparables desde la eternidad, Dios revela su amor y su gracia, y el hombre haciendo uso de su libertad de elección decide obedecer por amor.
Piense: "Los ángeles de Dios no ambicionan mayor conocimiento que conocer la voluntad de Dios; y su mayor deleite es cumplir la perfecta voluntad del Padre Celestial". - Meditación Matinal, 1999, pág. 362
Desafio: " El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter". - Patriarcas y Profetas, pág. 45.
Domingo, 27/3/2011 - › Mirando en el Espejo
¿Cómo explicar el proceso de la gracia en la siguiente situación? Alguien declara: "Tengo a Cristo en mi corazón. Vivo la libertad y la alegría de la justificación en Cristo. La gracia del Señor me envolvió libertándome de todos mis pecados". Durante el día de adoración está en la presencia de Dios y es capaz aún de dirigir vehementes apelaciones a la santificación y a la vida de alegría en Cristo. Luego a la noche va con la enamorada o con una mujer que no es la esposa, para un hotel y se envuelve en adulterio, y todo está muy correcto porque vive bajo la gracia.
Vivir la alegría de la salvación sin estar viviendo en armonía con el carácter de Cristo transcrito en su ley moral, es vivir una fe y una alegría falsa que se rebelarán ineficaces en los momentos de apremio y decisiones. La fe en la gracia conduce a la alegría de la obediencia a los principios morales que rigen la vida cristiana. (Romanos 1:5)
La transgresión de la ley moral trajo consecuencias que afectaron no solamente a la raza humana, sino a toda la naturaleza en nuestro planeta degradado: "Luego que la santa pareja transgredió la ley del Altísimo, el resplandor de la faz de Dios desapareció de la faz de la Naturaleza". Parábolas de Jesús, pág. 18.
Si la transgresión de la ley moral, la rebelión contra el carácter de Dios, afectó de este modo nuestro mundo, seguramente deberíamos evaluar con más seriedad la gracia, como la dádiva de Dios para salvar al pecador, y la ley moral, como el camino a ser andado por los que aceptaron y recibieron la justicia imputada por la gracia. A la verdad, lo que Dios está haciendo con su plan salvador, es poner al hombre en armonía consigo mismo, poniéndolo en armonía con la ley moral, mediante la fe del pecador arrepentido, centralizada en la gracia manifestada por medio de Jesús Cristo que asumió el castigo de la rebelión.
Piense: "Muchos aceptan la verdad prontamente, mas no la asimilan, y su influencia no es duradera. Son semejantes a las vírgenes fatuas, que no tenían aceite en sus vasijas ni en las lámparas. El aceite es un símbolo del Espíritu Santo, que es introducido en el alma por la fe en Jesús Cristo. Aquellos que examinan diligentemente las Escrituras con mucha oración, que confían en Dios con firmeza de fe, que obedecen a sus mandamientos estarán entre los que son representados como vírgenes prudentes… Los que ejercen verdadera fe en Cristo manifiestan eso por la santidad del carácter, por la obediencia a la ley de Dios… Comprenden que el carácter del cristiano debe representar el carácter de Cristo y estar lleno de gracia y de verdad… El Espíritu Santo en el corazón lo torna completo en Cristo". Meditación Matinal, pág. 16 – 1999.
Desafio: "Aquél que dice que permanece en Cristo, debe andar como Él anduvo". 1 Juan 2:6 – NVI.
Lunes, 28/3/2011 - › Justicia Imputada
Pablo, en sus cartas, con gran frecuencia, argumenta con los judaizantes y con los nuevos conversos del paganismo, de que la justicia imputada es un acto de Dios a favor del pecador condenado, por medio de Cristo Jesús, el Dios Hombre, que, que como Sustituto, sufrió la ejecución de la sentencia, y de este modo libró al condenado ofreciéndole su justicia para restaurarlo a las relaciones de amor con Dios.
Pablo evoca la experiencia de Abrahán, reconocido por los Judíos como el padre espiritual. ¿Cómo le fue acreditada la justicia imputada? Abrahán fue justificado por la fe, porque "Contra toda esperanza, Abraham creyó… plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido. Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia".- Romanos 4:18, 21-22 – Nueva Versión Internacional.
Aún Pablo hace la pregunta: "Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia. ¿Bajo qué circunstancias sucedió esto? ¿Fue antes o después de ser circuncidado? ¡Antes, y no después!". - Romanos 4:9-10 - Nueva Versión Internacional.
Pablo está preguntando bajo que circunstancias la justicia imputada le fue acreditada a Abrahán? Antes o después de recibir la Torah, la Ley? Antes, y no después. Abrahán conocía solamente el Decálogo como norma de relaciones de amor con Dios y El sacrificio del cordero como ofrenda por el pecado. No conocía la ley ceremonial.
Si la justicia imputada le fue acreditada a Abrahán, independiente de la ley ceremonial. "Dios acreditará su justicia, a nosotros, que creemos en Aquél que resucitó de los muertos a Jesús, nuestro Señor. Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación - Romanos 4:24-25 – NVI. Ese crédito nos es imputado como justicia independiente de la Torah.
Piense: "Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son también de la fe de Abraham, que es el padre que tenemos en común" Romanos 4:16 – NVI.
Desafio: "Habiendo sido, pues justificados por la fe, tenemos paz con Dios, por nuestro Señor Jesús Cristo". -Romanos 5:1 – Nueva Versión Internacional.
Martes, 29/3/2011 - › Sin Ley
Los israelitas obtenían la justificación presentando el cordero sustituto típico, cumpliendo la ley de las ceremonias y por la fe centralizada en el Redentor venidero.
Después de la cruz, ¿cuál es el valor de la ley? ¿Por qué y como el valor de la ley es confirmada por la fe? Primero - su valor es confirmado, porque revelar fe en Jesús como fuente de gracia para salvar, es una demostración de que los ritos y símbolos no fallarán en su papel de tutor. Anunciaban, enseñaban y orientaban a través de los tipos sobre todo lo que sería focalizado en la realidad viva y superabundante en el Antitipo. Así sucedió, Juan en su Evangelio hace esta colocación importante: "Porque todos nosotros hemos recibido de su plenitud y gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por intermedio de Moisés; la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesús Cristo". - Juan 1:16-17 – ARA.
Los tipos para enseñar el plan de salvación fueron trasmitidos por medio de Moisés, más, cuando la realidad vino – Cristo Jesús – el esbozo típico aunque no perdiendo su valor como enseñanza, perdió el brillo y su grandeza..El Antitipo real superó las expectativas en gracia sobre gracia proclamando la verdad salvadora. Con Jesús no necesitamos de tipos.
Segundo - La ley es confirmada por la fe, porque si destacamos que la ley moral acusó y evidenció el pecado y que Jesús vino para sufrir en sí mismo el castigo determinado por la ley moral, entonces la fe en Jesús confirma que estábamos bajo sentencia de muerte eterna proclamada por la ley moral y que Jesús nos libró de esta condenación. Si no fuese este cuadro real de nosotros los pecadores, ¿cuál sería la razón de que revelemos fe en Jesús para ser libertados de que?
Piense: "Sin la ley, los hombres no pueden formarse un justo concepto de la pureza y santidad de Dios ni de su propia culpabilidad e impureza. No tienen verdadera convicción del pecado, y no sienten necesidad de arrepentirse. Como no ven su condición perdida como violadores de la ley de Dios, no se dan cuenta tampoco de la necesidad que tienen de la sangre expiatoria de Cristo. Aceptan la esperanza de salvación sin que se realice un cambio radical en su corazón ni reforma en su vida. Así abundan las conversiones superficiales, y multitudes se unen a la iglesia sin haberse unido jamás con Cristo". Conflicto de los Siglos , pág. 468.
Desafio: "Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por medio de la redención que hay en Cristo Jesús". - Romanos 3:24 – Nueva Versión Internacional.
Miercoles, 30/3/2011 - › La Ropa Hace al Hombre
El hombre bajo el dominio del pecado es vestido con las ropas de esclavo, los trapos inmundos de la justicia propia (Isaías 64:6). Como esclavo de pecado, el hombre no tiene ninguna posibilidad de cambiar sus vestiduras. Solamente Cristo, por el precio del rescate puede cambiar las vestiduras. "Por tanto, si el Hijo os libertare, ustedes de hecho serán libres". - Juan 8:36 – NVI.
Quién no siente la necesidad de arrepentimiento y confesión, sino que se siente suficientemente bueno por sí mismo, se pone fuera del alcance de la gracia en cuanto no cambia de actitud con relación al plan de Dios para salvarle. El cambio de actitud solo vendrá cuando comprenda que es el amor de Dios que "lo conduce al arrepentimiento". - Romanos 2:4.
¿Cuál es la diferencia entre un pecador bueno no perdonado y no justificado entre, un pecador malo, más perdonado y justificado? El pecador bueno confía en su propia bondad y justicia, no demostrando necesidad de cambios radicales y profundos en su conducta espiritual y moral. Cree que la gracia de Jesús ya hizo todo por él y que su conducta no tiene ninguna relación con la gracia. El pecador malo, suplica:: "Dios, ten misericordia de mí, que soy pecador"> Lucas 18:13 – Nueva Versión Internacional.
Escribiendo a los Romanos, Pablo hace estas significativas declaraciones: "De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos. No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia". Romanos 6:11-13 – NVI.
Piense: "Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo *resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva". - Romanos 6:4 - NVI
Desafio: "Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos". - Romanos 6:12 – NVI.
Jueves, 31/3/2011 - › La Gracia Barata y el Legalismo
Otro problema que disimuladamente está tomando cuerpo, es que el pecador es perdonado y justificado sin tomar consciencia de su pecado. El pecador no necesita arrepentirse y confesar sus pecados pidiendo el perdón, porque Jesús ya hizo todo eso por él. Así gran número entra a las iglesias, sin tomar conocimiento nunca de la necesidad del proceso transformador de la santificación. Jesús dice: "Yo vine a llamar a los pecadores, a fin de que cambien de vida, y no para llamar a los justos". Lucas 5:32 – BLH.
Quién acepta la gracia no se torna libre para vivir en la irresponsabilidad. No se torna libre para adorar otros dioses, deshonrar a los padres, hurtar, adulterar, matar, mentir, codiciar. Es necesario comprender que el pecador es libre y, ¿cuál es la libertad que pasa a disfrutar?
Pablo es claro en decir que la experiencia de la fe en la gracia de Dios coloca delante del creyente un procedimiento correcto que es agradable a Dios. Que este procedimiento es enseñado por el Espíritu Santo, conduciendo a la obediencia del "Evangelio de nuestro Señor Jesús". O como declara a los Romanos: Para llamar de entre todas las naciones un pueblo para la obediencia que viene por la fe". - 2 Tesalonicenses 1:8 y Romanos 1:5 – Traducción Ecuménica de la Biblia.
Pablo es muy claro en declarar que la fe en Jesús como Salvador aceptado, conduce a la obediencia de sus enseñanzas. Por lo tanto, en la proclamación de la justicia por la fe hecha por Pablo, no hay lugar para la salvación por obras legalistas, más también no existe espacio para el liberalismo y la irresponsabilidad. Todos son salvos por la gracia y llamados a aceptar un cuerpo de de doctrinas que determinan el estilo de conducta cristiana.
Piense: "Así, pues, aquel que rechaza esas enseñanzas no es a un hombre que rechaza, sino al propio Dios que les da su Espíritu Santo… para vengarse de aquellos que no conocen a Dios y no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús". - 1 Tesalonicenses 4:8 y 2 Tesalonicenses 1:8 – Traducción Ecuménica de la Biblia.
Desafio: Elegidos según los designios de Dios Padre, por La santificación del Espíritu Santo, para obedecer a Jesús Cristo y tener parte en la aspersión de su sangre". 1 Pedro 1:2 – Traducción Ecuménica de la Biblia.
Viernes, 1/4/2011 - › Estudio Adicional
El plan de salvación es el método de Dios para "que las justas exigencias de la Ley fuesen plenamente satisfechas en nosotros". Romanos 8:4 – NVI. , y así restablecer las relaciones de amor, de la gracia y de la justicia. No es posible restablecer las relaciones de amor y de la gracia sin primero ejecutar la justicia.
¿Cómo salvar al condenado a la muerte, restableciendo las relaciones de amor, revelando la gracia y ejecutando la justicia? Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado…" Romanos 8:3 – Nueva Biblia Latinoamericana.
Pablo declara: "Que las justas exigencias de la Ley fuesen plenamente satisfechas en nosotros". Las justas exigencias de la ley no podrían ser ejecutadas en un ángel. Quién transgredió la ley fue el hombre. Tampoco podría ser ejecutada en Dios. Quien peco fue el hombre, y el Sustituto, no podría ser de otra orden. Las justas exigencias de la ley exigían la muerte del hombre.
Dios revela el "misterio que, durante las épocas pasadas, fue mantenido oculto en Dios". Efesios 3:9 – NVI. Su amor y su gracia, desconocidos para Satanás. "enviando a su propio Hijo, a semejanza de hombre pecador, como ofrenda por el pecado". para " que las justas exigencias de la Ley fuesen plenamente satisfechas en nosotros" La justicia de la ley fue ejecutada "en nosotros", en la condenación y en la muerte del Dios-Hombre. Satanás no tiene como cuestionar la justicia de Dios, su amor y su gracia.
La justicia de la Ley exigía un alto valor, sangre. La sangre no tiene precio, tiene valor. El valor se acrecienta cuando la sangre es del Creador que se hizo criatura, y no de la criatura.
Piense: "Más por la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto". 1 Pedro 1:19 – NVI.
Desafio: " ¿Quién hará alguna acusación contra los escogidos de Dios? Es Dios quién los justifica, ¿Quién los condenará? Fue Cristo Jesús que murió e incluso resucitó y está a la derecha de Dios, y también intercede por nosotros". Romanos 8:33 y 34 – Nueva Versión Internacional.
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