3to Trimestre del 2009 - Amadas y llenas de amor: Las Epístolas de Juan
Comentario da Lección 11 - Temas Importantes de 1a. de Juan
Sabado, 5/9/2009 - › Temas Importantes de 1 Juan
La lección hace un repaso de los principales temas de 1 Juan. Reiterando lo que sugerí al inicio del trimestre, sería bueno, ahora, realizar nueva lectura de esta maravillosa epístola que acabamos de estudiar. Pero antes observe la relación de temas que quedó registrado en el comentario de la lección del 29 y 30 de Junio.
Lea, entonces, la epístola, teniendo aquella relación delante de sí y marcando en la Biblia donde cada tema es registrado. Lo ideal sería, hacer una segunda lectura, de esta vez a la luz de las diez lecciones anteriores, aún hasta marcando en las márgenes de la Biblia. Sienta como esos temas se expanden con las lecciones estudiadas; sienta también cuáles son las implicaciones de esos temas para la vida cristiana. No importando si el caro lector es profesor de la Escuela Sabática o no, comparta el sábado sus impresiones con los otros miembros de la clase.
Domingo, 6/9/2009 - › La Deidad
Como hemos visto en el comentario del 26 de agosto, que en los escritos juaninos es que encontramos las más conclusivas declaraciones que nos llevan a los postulados de la doctrina de La Trinidad. 1 Juan nos habla del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con especial énfasis como la lección resalta en los dos primeros. Volviendo al comentario del 29 y 30 de junio, observe los temas 01, y 01.1, 01.2, y 01.3 y lea allí los textos registrados, a más de aquellos referidos en la lección. Perciba lo que estos textos hablan sobre Dios.
No olvidemos, sin embargo, que Juan no estaba interesado en meras abstracciones sobre Dios, Siguiendo el modelo de toda la Biblia, ante todo, él destaca sus obras, y de allí llega a las conclusiones de que Dios es: Por ejemplo, él afirma que "Dios es amor" (4:8, 16) Con referencia a lo que Dios hizo y hace por el ser humano perdido en el pecado. Él también afirma que "Dios es luz" (1:5) mostrando que en Él no hay ninguna compatibilidad con el pecado. Así, los actos de Dios son predominantes en 1 Juan.
(a – pregunta 1 en la lección de hoy tiene eso su razón de ser, y, con los textos reunidos allí, nos ayuda a constatar ese hecho).
Estos actos deben ser vistos particularmente en Jesús y en la redención provista por Él, naturalmente con todas las implicaciones derivadas. Su muerte derrotó al diablo y el pecado, y suplió el medio para el perdón, la purificación, la regeneración y la redención del pecador contrito. La presente intercesión de Jesús al lado de Padre garantiza todas las bendiciones, y su segunda venida consumará la salvación (vea también la lista de textos de los números 04, 05, 07, 09, 10, 13, 18 y 26 de los temas de 1 Juan en el comentario del 29 y 30 de junio) No es por acaso que una correcta comprensión de Dios es exclusivamente dependiente de la revelación de Él hecha en Jesús.
Por tanto, todas esas bendiciones, así como cualquier otra, son generosamente concedidas primariamente en virtud de la naturaleza de Dios. Aquello que Él es, lo lleva a actuar de forma como lo hace. Por ejemplo: Se nos dice en 2:12 que somos perdonados "por causa de su nombre". Nombre equivale al carácter, y carácter es la esencia de aquello que la persona es. Eso levanta delante de nosotros una decisiva cuestión: ¿Qué concepto de Dios abrigamos? ¿Creemos en todas sus promesas? ¿Valorizamos lo que Él requiere de nosotros? "Toda nuestra vida espiritual será amoldada por nuestras concepciones del carácter de Dios". (Ellen G. White, Review and Herald, 5 de abril de 1887).
Lunes, 7/9/2009 - › La Iglesia
Como la lección observa, el término "iglesia" no fue empleado por Juan, ni en el Evangelio, ni en la 1ª y 2ª epístolas, y no necesitamos especular en el por qué. Algunos imaginan que el término, al final del siglo primero, ya estaba ganando un sentido deturpado, algo que vino a quedar plenamente manifiesto más tarde con la institucionalización y secularización del cristianismo. En ese caso, ¿por qué el escritor lo empleó en 3ª de Juan y en Apocalipsis, escritos más o menos en la misma época? Sea como fuere, lo que importa es que Juan desarrolle un concepto muy sugestivo de Iglesia, y eso en todos sus escritos. En el evangelio, ella es el rebaño de Dios, siendo Jesús el Buen Pastor, y cada uno de sus seguidores una oveja. En las epístolas la iglesia es su familia, teniendo a Dios como Padre, Jesús, por afinidad, por su naturaleza humana, el hermano mayor, y los miembros sus hijos; finalmente, en Apocalipsis, la iglesia, inicialmente militante, y después triunfante, es la mujer pura y gloriosa, la esposa del Cordero.
Bajo la figura de una familia, la iglesia puede, como la lección lo presenta, considerar a su líder una especie de padre, y los miembros, sus hijitos (es con este tratamiento que Juan se dirige a aquellos bajo su responsabilidad). Este sería un contexto muy propio para el cultivo del amor fraternal (uno de los temas preferidos del escritor), los afectos de unos con los otros, es del amor irrestricto a Dios. Es así que ellos viven la dimensión horizontal y vertical de la iglesia. Como alguien afirmó, el peor representante de Cristo es un cristiano sin amor.
Por otro lado, las buenas cualidades observables en una familia necesitan ser también notadas en la iglesia: en primerísimo lugar, ahora mismo considerado, el amor recíproco, que suplirá el espíritu de concordia, de unión, de dependencia mutua, de inter acción, de solidaridad, de intercesión, etc. Así es una familia feliz, así será en la iglesia.
Hay un paralelo de conceptos entre el cuarto Evangelio y las epístolas, frente a lo que Juan elabora, en ambos, sobre la iglesia. Para comenzar, en el Evangelio, los componentes de la iglesia son llamados, en relación a Jesús, como "los suyos" (Juan 13:1), expresión equivalente a los "familiares más íntimos". Como cuando alguien pregunta: " ¿les va bien a los suyos? También hay que notar que Dios es tanto el Padre de Jesús, como el Padre de los discípulos (2)17), en que pese a la distinción de la filiación divina de Él y la de ellos, como se puede sentir en la forma como Jesús de expresó "Subo a mi Padre y a vuestro Padre", y no, "a nuestro Padre".
Por otro lado, la figura de pastor con su rebaño recuerda una relación de familia, pues, en los tiempos bíblicos, el pastor prácticamente dejaba la convivencia del propio hogar para vivir con las ovejas, formando una unidad con ellas. Así Jesús se tornó uno con nosotros para siempre, al venir a este mundo y tornarse el "Supremo Pastor". (1 Pedro 5:4).
Martes, 8/9/2009 - › Salvación
Salvación es el tema central de todo el Nuevo Testamento, sino, de toda la Biblia, y, los escritos juaninos, fueron elaborados con el máximo cariño que un apóstol pleno del amor de Dios podría ofrecer. No es por mero acaso que Juan 3:16 es considerado el texto áureo de toda la Biblia. Y podríamos decir que las palabras del 20:31 pueden ser aplicadas a los escritos juaninos en su totalidad. "Estos, sin embargo, fueron registrados para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre".
Claro que aquí el apóstol estaba hablando de todo lo que había narrado en su Evangelio; más lo mismo es verdad cuanto a todo lo demás que él escribió, aún las serias advertencias registradas en sus epístolas siempre tuvieron ese propósito; en 1ª y 2ª de Juan con respecto a los disidente, y en 3ª de Juan frente al comportamiento ambicioso y arbitrario de Diótrefes en el ejercicio del liderazgo, lo que motivó al apóstol a actuar con rigor (vs. 9, 10). Él sabía que aquellos bajo sus cuidados estarían poniendo en riesgo la salvación en caso vinieran a dar cabida a la falsa enseñanza y apoyar al mal procedimiento.
La lección nos recuerda que, en 1Juan, "la cruz no es mencionada directamente". Juan empleó el término apenas en su Evangelio, y la forma verbal crucificar apenas en el Apocalipsis (una vez) a más del Evangelio. Sin embargo, la cruz está en el centro de todos los escritos juaninos; en 1ª de Juan, ella está implícita en las tres referencias al acto de Dios de enviar a su Hijo (4:9, 10, 14). Y explícita en el acto del Hijo al sacrificar su vida (3:16), así como en las referencias a la sangre de Jesús (1:7; 5:6, 8).
Juan es taxativo en registrar, en las tres referencias, el propósito del envío de Jesús a este mundo – Salvar.
4:9 – "...para vivir por medio de Él"
4:10 – "como propiciación por nuestros pecados"
4:14 – "como Salvador del mundo"
Esto debe ser visto como un desdoblamiento del gran propósito, de haber sido Jesús enviado, según el mayor texto salvífico de las Escrituras, Juan 3:16: "... para que todo aquél que en Él cree, no perezca más tenga vida eterna.
El escritor no podría ser más claro cuanto a la base sobre la cual el Plan de Redención fue fundamentado. Dios hizo todo lo que era necesario para que el pecador fuese salvo, no perdonando a su propio Hijo (vea Romanos 8:32). Y si Dios, movido por su amor hacia nosotros, fue a ese extremo, debe quedar bien claro para nosotros que no hay otro medio de salvación (vea Hechos 4:12).
Pero, por más que la salvación sea una exclusividad de Dios, por más que Él haya pagado plenamente el precio requerido, ella solo se efectiva en el pecador que responde positivamente a lo que Dios hizo. En otras palabras, tenemos que aceptar la salvación y recibir "la abundancia de la gracia y el don de la justicia". (Romanos 5:17). De hecho, la salvación solo es posible por la gracia, solo es factible por la sangre derramada, mas solo es alcanzada por esa calidad de respuesta. "El primer paso hacia la salvación es responder a la atracción del amor de Cristo." (Ellen G. White, Mensajes Escogidas, vol. 1 pág. 380).
Y cuando respondemos positivamente al amor de Dios, ocurre una transformación de vida, confirmada por el comportamiento cristiano, el asunto de mañana.
Miercoles, 9/9/2009 - › Conducta Cristiana
¿Hacer profesión de fe es importante? Por cierto que sí. Si debemos testificar por Cristo, y esta es la misión de toda la iglesia, se hace necesario que aquello que profesamos o pensamos sea del conocimiento de terceros. Mucho más importante, sin embargo, es asumir lo que profesamos y vivir una vida consecuente. Si creo que Jesús va volver, no puedo vivir como si eso nunca fuese a suceder. Si profeso guardar el sábado, no debo ser liviano cuanto a lo que el cuarto mandamiento requiere. No podemos ser como aquel ciudadano que, en cuanto iba caminando, silbaba el himno 445 de nuestro himnario "las riquezas mundanas nada valen para mí..." El problema era que él silbaba andando en dirección a la Casa de Loterías para comprar un billetillo haciendo un acto de fe en el gran premio que estaba acumulado de varios millones. La incoherencia no es de Dios.
En asuntos de profesión de fe, la creencia es prioritaria porque dicta el comportamiento. Juan entendió, como la lección dice: "que la teología condiciona la ética y que una teología errónea puede llevar a actos erróneos". De allí todo su empeño en combatir la disidencia que, en su tiempo, se arrastraba por la iglesia. Y él no solamente la combatió; él tomó la calidad de vida de los disidentes como una prueba de su engaño.
Religión y revelación caminan lado a lado: la primera en función de la segunda, en religión, la manera como el hombre se pone delante de Dios presupone la manera como, en revelación. Dios, previamente, se colocó delante del hombre. Esto significa que la revelación divina, distorsionada por el hombre, acarreará una respuesta humana en consonancia con tal distorsión y, consecuentemente, será impropia del punto de vista de Dios. La lección nos recuerda que "una comprensión equivocada... de la ley y de la gracia llevó a millones a pisotear El sábado de Dios". Llevó también para el otro extremo, lo de la justificación por las obras.
El punto crucial en cualquier abordaje sobre religión, es la respuesta humana, la cual, normalmente, muestra la revelación si es exacta o no, y caracteriza la religión como auténtica o falsa. El gran teólogo Karl Barth toca ese punto cuando afirma que la religión falsa no revela a Dios absolutamente, mas distorsiona la revelación con una idea arbitraria sobre Dios. Él también dice que la conducta humana vindica la religión como verdadera o falsa (Church Dogmatics, 1.2, vea pág. 301-310, 331-338).
A primera vista, parece que la afirmación de Barth no corresponde enteramente a la realidad. Al final, una persona puede pautar la vida por un procedimiento ejemplar y aún retener un entendimiento de Dios y de su voluntad no totalmente apropiados. Mas ese "procedimiento ejemplar" no excederá lo tanto de conocimiento correcto que él posee, pues no es posible a alguien vivir una verdad que no conoce. Lo más triste, todavía, es cuando se tiene un conocimiento mayor de la verdad y no se vive al nivel de ese conocimiento. Dios tiene más estima al pagano viviendo la poca luz adquirido por él, que el cristiano que profesa mucho y vive poco de lo que profesa. (vea Romanos 2:11-16).
Y no olvidemos que lo que profesamos como adventistas del séptimo día tiene que ver con lo que somos y con lo que hacemos; envuelve todo tipo de relaciones y de costumbre (mi vida en familia, mis negocios, la manera como me visto, el ambiente que frecuento, las personas con quién me asocio, etc., y hasta lo que como y lo que bebo). En el contexto de la primera epístola, un correcto comportamiento requiere que los cristianos "no mientan, no pequen, no odien a sus hermanos y hermanas, no amen al mundo con sus atracciones y orgullo, y no practiquen iniquidades". En fin "andar es vivir de manera semejante a la vida de Jesús (1 Juan 2:6)".
Es prácticamente imposible exagerar la importancia de un buen testimonio. ¿Qué impresión doy cuanto a mis convicciones a aquellos que me observan?.
Jueves, 10/9/2009 - › La Verdad y las Mentiras
El título de la lección de hoy es, en lo mínimo curioso: "Verdad [singular] y mentiras [plural]". Es posible ver enfatizada la idea de que la verdad sea una sola, en cuanto las mentiras pueden ser muchas. Tómese el ejemplo de los disidentes gnósticos, combatidos por Juan, y como ellos se ponían entre diferentes posiciones (vea el comentario del 1º y 2 de julio).
Verdad y mentira. Bien, aquí tenemos uno de los dualismos empleados por Juan en su primera epístola para realzar las cosas de Dios en contraste con las del pecado. Otros son: bien y mal, luz y tinieblas, vida y muerte (vea el comentario del 29 y 30 de junio, temas 30 al 33, lea los textos de la lista) Estos dualismos demuestran la actitud controvertida y contradictoria de los seres humanos para con Jesús. Quién lo rechaza se posiciona al lado del mal, permanece en tinieblas, vive la mentira y está muerto. Quién lo recibe se define con el bien, anda en la luz, exalta la verdad y vive la vida eterna.
Para un mundo en que el relativismo está en alta, un mundo en que es prohibido prohibir, Dios no tiene "más" ni "menos" verdad, o media verdad. La verdad es, antes de todo. Alguien, o algo que revela a ese Alguien: Jesús es la verdad (Juan 14:6).el Espíritu Santo es la verdad (1 Juan 5:6), la Palabra de Dios es la verdad (Juan 17:17) y su Ley es la verdad (Salmos 119:142, 151); en fin, el Dios verdadero es el Dios de la verdad (Salmos 31:5), y su iglesia "columna y baluarte de la verdad" (1Timoteo 3:15). Por eso, la verdad de Dios es soberana y absoluta. Cuanto a eso, no hay, para Él, medio término. O "es" o "no es". "Sea tu palabra si, si, o no, no. Lo que pasa de eso es de procedencia maligna", Dios no tiene parte en eso. Por tanto, Él es el primero a cumplir la actitud que requiere del ser humano.
Es por eso que Juan, con el mismo ardor con que aclama la verdad, responde al error a la mentira. Según él, como la lección observa, "mentirosa es la persona que hace afirmaciones no confirmados por los hechos, que confiesa amar a Dios y no guarda sus mandamientos y que niega que Jesús sea el Cristo. En contraste, los cristianos sinceros conocen la verdad, aman la verdad y pertenecen a la verdad".
El relativismo está equivocado porque, como la lección señala, él considera al ser humano, por sí mismo, como soberano para decidir "lo que es verdad y lo que es el error, lo que es bueno y lo que es malo, lo que es moral y lo que es inmoral... No existe patrón absoluto de verdad, bondad, o moralidad... Tenemos que llegar a esas cosas por nosotros mismos – haciendo lo mejor que podamos de acuerdo con nuestra propia cultura, comunidad y tradiciones". En un contexto ético-filosófico, el relativismo es fruto del situacionismo (o sería este fruto de aquél): la actitud correcta es aquella que la situación determina. Si Ud. se encuentra en medio de las personas que guardan exclusivamente el sábado, e insisten que lo haga, entonces por amor a la armonía, no hay alternativa: Ud. debe guardar el sábado también, mas si Ud. se encuentra en un ambiente de vida libre, entonces, igualmente por amor a la armonía, no debe imponer principios y normas, sea por precepto, sea por ejemplo. Así piensan.
La lección pregunta si hay verdades relativas. Existen. Por ejemplo: Tiempo bueno es, al sur del país, aquél marcado con mucho sol, cielo sin nubes, etc. Mas para el agricultor del nor-oeste brasilero, sufriendo una sequía que ya dura meses o hasta años ¿sería ese el concepto correcto del tiempo bueno? Más una verdad así relativa, no tiene nada que ver con los valores eternos. La lección aún pregunta " ¿Cómo podemos aprender a distinguir entre lo que debe ser absoluto e invariable y lo que puede mudar y ser relativo, dependiendo de las circunstancias? Entiendo que nada de lo que envuelve a la voluntad revelada de Dios puede ser sometido al relativismo; ¡no hay como negociar principios y normas divinos!.
Vea que Juan insistió con el concepto de la verdad junto a sus lectores. Veinte veces empleó ese término en las tres epístolas, con las siguientes connotaciones:
(1) Objetivamente - equivaliendo
(1.1) Al mensaje auténtico del evangelio, en contraste con distorsiones alardeadas por disidentes – 1Juan 2:4, 21; 3:19; 2Juan 1, 2, 4; 3Juan 3 (según registro), 4;
(1.2) a la obra de Dios, con la cual debemos cooperar – 3 Juan 8;
(1.3) a un patrón de vida elevada – 3Juan 12;
(1.4) a la veracidad, el acto de no proferir lo que es falso, o mentiroso – 1Juan 1:6, 8;
(1.5) a la locución de hecho, en realidad, con efecto, o a los términos verdaderamente, realmente – 2Juan 1; 3Juan 1.
(2) Subjetivamente - significando integridad de carácter, rectitud – 1Juan 3:18; 3Juan 3 (primer registro).
Podemos percibir que el empleo del término verdad por Juan, incide mayormente en el sentido (1.1), al mensaje auténtico del evangelio, en contraste con la falsa enseñanza, la mentira. Es de esta forma que el apóstol insta a sus lectores para que estén firmes al lado de la verdad, rechazando el engaño muchas veces divulgado en forma seductora y deslumbrante.
Con efecto mucha cosa anunciada como nueva luz no pasa de viejas tinieblas; mucha cosa, cuanto a la cual se dicen "¿quién es el que tiene...?", violenta apenas un código: la ley de Dios. Apenas uno, más lo suficiente para perpetrar el pecado y perpetuar la perdición.
Viernes, 11/9/2009 - › La verdad y las Mentiras
El título de la lección de hoy es, en lo mínimo curioso: "Verdad [singular] y mentiras [plural]". Es posible ver enfatizada la idea de que la verdad sea una sola, en cuanto las mentiras pueden ser muchas. Tómese el ejemplo de los disidentes gnósticos, combatidos por Juan, y como ellos se ponían entre diferentes posiciones (vea el comentario del 1º y 2 de julio).
Verdad y mentira. Bien, aquí tenemos uno de los dualismos empleados por Juan en su primera epístola para realzar las cosas de Dios en contraste con las del pecado. Otros son: bien y mal, luz y tinieblas, vida y muerte (vea el comentario del 29 y 30 de junio, temas 30 al 33, lea los textos de la lista) Estos dualismos demuestran la actitud controvertida y contradictoria de los seres humanos para con Jesús. Quién lo rechaza se posiciona al lado del mal, permanece en tinieblas, vive la mentira y está muerto. Quién lo recibe se define con el bien, anda en la luz, exalta la verdad y vive la vida eterna.
Para un mundo en que el relativismo está en alta, un mundo en que es prohibido prohibir, Dios no tiene "más" ni "menos" verdad, o media verdad. La verdad es, antes de todo. Alguien, o algo que revela a ese Alguien: Jesús es la verdad (Juan 14:6).el Espíritu Santo es la verdad (1 Juan 5:6), la Palabra de Dios es la verdad (Juan 17:17) y su Ley es la verdad (Salmos 119:142, 151); en fin, el Dios verdadero es el Dios de la verdad (Salmos 31:5), y su iglesia "columna y baluarte de la verdad" (1Timoteo 3:15). Por eso, la verdad de Dios es soberana y absoluta. Cuanto a eso, no hay, para Él, medio término. O "es" o "no es". "Sea tu palabra si, si, o no, no. Lo que pasa de eso es de procedencia maligna", Dios no tiene parte en eso. Por tanto, Él es el primero a cumplir la actitud que requiere del ser humano.
Es por eso que Juan, con el mismo ardor con que aclama la verdad, responde al error a la mentira. Según él, como la lección observa, "mentirosa es la persona que hace afirmaciones no confirmados por los hechos, que confiesa amar a Dios y no guarda sus mandamientos y que niega que Jesús sea el Cristo. En contraste, los cristianos sinceros conocen la verdad, aman la verdad y pertenecen a la verdad".
El relativismo está equivocado porque, como la lección señala, él considera al ser humano, por sí mismo, como soberano para decidir "lo que es verdad y lo que es el error, lo que es bueno y lo que es malo, lo que es moral y lo que es inmoral... No existe patrón absoluto de verdad, bondad, o moralidad... Tenemos que llegar a esas cosas por nosotros mismos – haciendo lo mejor que podamos de acuerdo con nuestra propia cultura, comunidad y tradiciones". En un contexto ético-filosófico, el relativismo es fruto del situacionismo (o sería este fruto de aquél): la actitud correcta es aquella que la situación determina. Si Ud. se encuentra en medio de las personas que guardan exclusivamente el sábado, e insisten que lo haga, entonces por amor a la armonía, no hay alternativa: Ud. debe guardar el sábado también, mas si Ud. se encuentra en un ambiente de vida libre, entonces, igualmente por amor a la armonía, no debe imponer principios y normas, sea por precepto, sea por ejemplo. Así piensan.
La lección pregunta si hay verdades relativas. Existen. Por ejemplo: Tiempo bueno es, al sur del país, aquél marcado con mucho sol, cielo sin nubes, etc. Mas para el agricultor del nor-oeste brasilero, sufriendo una sequía que ya dura meses o hasta años ¿sería ese el concepto correcto del tiempo bueno? Más una verdad así relativa, no tiene nada que ver con los valores eternos. La lección aún pregunta " ¿Cómo podemos aprender a distinguir entre lo que debe ser absoluto e invariable y lo que puede mudar y ser relativo, dependiendo de las circunstancias? Entiendo que nada de lo que envuelve a la voluntad revelada de Dios puede ser sometido al relativismo; ¡no hay como negociar principios y normas divinos!.
Vea que Juan insistió con el concepto de la verdad junto a sus lectores. Veinte veces empleó ese término en las tres epístolas, con las siguientes connotaciones:
(1) Objetivamente - equivaliendo
(1.1) Al mensaje auténtico del evangelio, en contraste con distorsiones alardeadas por disidentes – 1Juan 2:4, 21; 3:19; 2Juan 1, 2, 4; 3Juan 3 (según registro), 4;
(1.2) a la obra de Dios, con la cual debemos cooperar – 3 Juan 8;
(1.3) a un patrón de vida elevada – 3Juan 12;
(1.4) a la veracidad, el acto de no proferir lo que es falso, o mentiroso – 1Juan 1:6, 8;
(1.5) a la locución de hecho, en realidad, con efecto, o a los términos verdaderamente, realmente – 2Juan 1; 3Juan 1.
(2) Subjetivamente - significando integridad de carácter, rectitud – 1Juan 3:18; 3Juan 3 (primer registro).
Podemos percibir que el empleo del término verdad por Juan, incide mayormente en el sentido (1.1), al mensaje auténtico del evangelio, en contraste con la falsa enseñanza, la mentira. Es de esta forma que el apóstol insta a sus lectores para que estén firmes al lado de la verdad, rechazando el engaño muchas veces divulgado en forma seductora y deslumbrante.
Con efecto mucha cosa anunciada como nueva luz no pasa de viejas tinieblas; mucha cosa, cuanto a la cual se dicen "¿quién es el que tiene...?", violenta apenas un código: la ley de Dios. Apenas uno, más lo suficiente para perpetrar el pecado y perpetuar la perdición.
Conozca lo autor
Pr. Dr. José Carlos Ramos
Professor do curso de Teologia do UNASP-EC, o pastor José Carlos Ramos é doutor em Teologia, na área de Ministério.
Conozca lo traduor
Daniel Román Roque
Después de servir en Adra Perú por algunos años, Dios me continúa dando la oportunidad de Servirle aquí en Brasil traduciendo los textos de los comentarios de las Lecciones de la Escuela Sabática, producidos por pastores para "La Escuela en el Aire" (Escola no Ar). Por lo que quedo infinitamente agradecido a nuestro Padre Celestial por aún poderle servir.