sábado, 8 de novembro de 2008

Lección 7 - La Expiación en Símbolos - II - La Escuela en el Aire

4to Trimestre del 2008 - La Doctrina de la Expiación

Comentario da Lección 07 - Expiación en Símbolos - II

Sabado, 8/11/2008
› La Expiación en Símbolos - II

"Entremos en su morada, adoremos ante el estrado de sus pies". – Salmos 132:7.

INTRODUCCIÓN – En Levítico Dios enseña al pecador como responder a su dádiva de expiación y redención y a la declaración de su amor por el hombre. Levítico es el libro del Antiguo Testamento que describe en detalles la actuación de Dios a favor del hombre caído y la entrega del hombre a Dios, reconociendo que él y todo lo que posee pertenecen al Señor. Toda enseñanza era transmitida a través de los servicios típicos realizados en el santuario.

En los primeros siete capítulos de Levítico, Dios empeña su palabra como garantía de que para toda y cualquier situación de pecado hay gracia abundante y amor perdonador. Esta enseñanza era trasmitida a través de los servicios típicos realizados en el santuario. Los diferentes sacrificios prescritos para las más variadas situaciones de pecados cometidos, comunicaban al pecador la certidumbre de esta garantía. La seguridad de la garantía no se centralizaba en los sacrificios en sí, sino en la provisión y venida del Mesías el Redentor, tipificado en los sacrificios.

El capítulo dieciséis presenta en símbolos como Dios actúa por la manifestación de la gracia eterna para perdonar y justificar a pecadores individuales y a la nación como un todo. - "En efecto, es en ese día que se hace sobre vosotros el rito de la absolución que los purifica. Delante del Señor seréis puros de todos vuestros pecados". – Levítico 16:30 – TEB.

Entremos al santuario y descubrámonos a Cristo Jesús, el autor de nuestra salvación, Él nos hará salir del mundo de pecado; Él nos libertará de las engañosas celadas de Satanás, armadas por sus deslumbrantes atracciones, para que no más continuemos como esclavos del pecado. Él quebrantará las cargas que Satanás pone sobre nosotros y nos hará "caminar de cabeza erguida" disfrutando la alegría de la salvación.


Piense: "Pondré mi morada en medio de ustedes; y no les tendré aversión; caminaré en medio de ustedes; y seré su Dios, y ustedes serán mí pueblo. – "Yo Soy el Señor vuestro Dios, que los saqué de la tierra de los egipcios, para que no seáis más sus siervos; fui Yo que quebranté las cargas de vuestro yugo y os hice caminar de cabeza erguida". - Lev. 26:11-13 - TEB.

Desafio: "Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos". – Levítico 20:26.



Domingo, 9/11/2008
› El Santuario y la Expiación

En todos los servicios y símbolos del santuario el mensaje de Dios sobre el Plan de Expiación y Salvación es muy claro, en que Dios es el que toma la iniciativa, y que siempre actuó y actúa de la misma manera para salvar pecadores. Revela para el pecador su eterno reino de gracia, teniendo como fundamento su eterno amor perdonador y su eterna justicia en todos sus actos. En ninguna oportunidad, al hablar sobre su plan de salvar pecadores, Dios trasmite alguna orientación que pueda ofrecer alguna posibilidad de entender que el pecador necesita presentarse con méritos propios para ser aceptado. La única participación del pecador está en aceptar o rechazar la maravillosa dádiva de la gracia perdonadora. Así es para los pecadores que viven la gloria de la cruz y así fue, para los pecadores que vivieron a la sombra de la cruz.
Fue la comprensión de este plan maravilloso que hizo al apóstol Pablo exclamar extasiado y vibrante: (Lea el texto en Piense)

Pablo era del linaje de Israel,... hebreo de hebreos,... Él comprendió en toda su amplitud y en todos sus detalles el eterno reino de gloria, regido por el eterno reino de la gracia, cuando entró al santuario. Fue la comprensión de los servicios y símbolos del santuario, que lo condujeron a Pablo a la certidumbre inconmovible de que Dios puede salvar perfectamente pecadores, arrancándolos del reino del pecado, perdonándolos, justificándolos y reconciliándolos consigo mismo, porque en Cristo y su muerte substituta fue plenamente cumplida la eterna justicia de Dios, requerida por su eterna ley.



Piense: "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e impenetrables sus caminos! Porque ¿quién conoció el pensamiento del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le sea pagado? Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén". – Romanos 11:33 – TEB.

Desafio: "Y me harán un santuario y Yo moraré entre ellos". – Éxodo 25:8 – TEB.



Lunes, 10/11/2008
› La Obra del Sacerdotal y la Expiación

En los capítulos del ocho al diez, versículos 21 y 22 de Levítico, se describe la santidad y las responsabilidades del ministerio sacerdotal, típicos del sacerdocio de Cristo, como anticipo de la salvación del pecador arrepentido.

Es en esta parte de las enseñanzas del Levítico que más veces aparece la expresión usada por Dios: "Yo Soy el Señor, que los santifico", o aún muy similar, determinando con mucha claridad que todo el proceso de salvación es de la iniciativa de Dios y un don de su eterna gracia. La única participación del pecador es aceptar o rechazar la gran dádiva, sometiéndose o no al amor de Dios expresados en sus preceptos de conducta para el pecador perdonado y justificado.

En su trabajo del servicio diario del santuario, el sacerdote ministraba a favor del pecador la expiación típica de los pecados con sangre de animales. En el servicio anual, en el día de la expiación, el sumo sacerdote procedía el servicio de remoción de los pecados y la purificación del santuario y del pueblo como un todo. Este servicio también era típico, usando sangre de animales. Al final del servicio de ese día, la nación de Israel aparecía delante de Dios como un pueblo que no tenía pecados.

En su trabajo, el sacerdote ejercía la función de intermediario entre Dios y el hombre. Era, por lo tanto, un trabajo de tremenda responsabilidad, porque él estaba actuando en el sentido de santificar, separar al pueblo como un pueblo santo de Dios. La obra de santificar era de Dios. La ministración del proceso era el trabajo del sacerdote. Era una obra típica de Jesús que es el verdadero Sacerdote. "Yo Soy el Señor que los santifico". – Levítico 21:23.


Piense: "Todo sacerdote celebra el culto y ejerce sus deberes religiosos, día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados". – Hebreos 10:11 – NVI.

Desafio: "Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios". – Hebreos 10:12 – NVI.



Martes, 11/11/2008
› El Día de la Expiación – I

El día de la expiación, tipificaba la eliminación del pecado del universo. A lo largo del año los pecados cometidos eran confesados y típicamente transferidos a un sustituto inocente, normalmente un cordero. Este era sacrificado y una pequeña parte de su sangre era aspergido, rociado, "delante del velo del santuario. También de aquella sangre lo pondrá el sacerdote sobre los cuernos del altar del incienso aromático". – Levítico 4:6 y 7 –ARA.

En el día de la expiación eran usados dos machos cabríos, un novillo y un carnero. Uno de los machos cabríos tipificaba a Cristo, el sacrificio sustituto a favor del pecador, y el otro macho cabrío tipificaba a Satanás, el autor del pecado.

Jesús es la provisión de la Trinidad, hecha en los tiempos eternos, para expiar, quitar la culpa del hombre caído y ofrecerle una nueva oportunidad de decisión o elección. Aceptar o rechazar esta dádiva, está involucrada en la libertad conferida al hombre.

En el día de la expiación se hacía la purificación, la limpieza de todo el santuario. Al final de este servicio la nación de Israel aparecía delante de Dios, sin pecados e impurezas. "Por cuanto, en ese día se hará propiciación por ustedes, para purificarlos. Entonces, delante del Señor, ustedes estarán puros de todos sus pecados". - Levítico 16:30 – NVI.

El significado de este ritual se encuentra en la ceremonia del lavar los pies, cuando todos los que participan con contrición y confesión de los pecados, se aproximan a la mesa de los símbolos de Cristo, sin pecados, para participar de la recepción de su poder de victoria sobre el pecado y recibir el antegozo de la vida eterna.

Ese ritual del día de la expiación tipificaba el gran día de purificación de nuestro mundo de todo los pecados y de todas las formas de impurezas y contaminaciones que sobrevinieron como consecuencia del pecado.


Piense: "Así también Cristo fue ofrecido en sacrificio una única vez, para quitar los pecados de muchos: y aparecerá por segunda vez, no para quitar los pecados, sino para traer salvación a los que lo esperan". – Hebreos 9:28 – NVI.

Desafio: "Aquél que estaba sentado en el trono dice: "¡Estoy haciendo nuevas todas las cosas!". Apocalipsis 21:5 – NVI.



Miercoles, 12/11/2008
› El Día de la Expiación – II

Cuando lucifer, en la eternidad pasada, se rebeló contra Dios y su gobierno, él dio origen a los actos que pasaron a ser calificados como pecado. Pero, como el universo creado por Dios, forma un gran Reino indiviso, la permanencia de rebeldes al Reino de justicia, amor y santidad, aún confinados, se torna imposible. Así, cuando el carácter de Dios y el carácter de Lucifer estuvieren plenamente evidenciados delante de todo el universo, Lucifer y sus ángeles serán aniquilados. Aniquiladas también serán las ideas de pecado que fueron sembradas contra el gobierno de Dios.

Estos actos están tipificados en el macho cabrío vivo (Azazel) que hacía parte del ritual del día de la expiación. No obstante, el macho cabrío vivo no tenga ninguna participación en el proceso de expiar, quitar la culpa del pecado y pagar el rescate. El asumir la culpa, pagar el rescate como un sacrificio sustituto, se estaba tipificado en el macho cabrío que era muerto como sacrificio.

El macho cabrío vivo tipificaba al autor del pecado, Satanás, y como tal era condenado, sufriendo el castigo de su acto y de todo el mal generado por él. El confinamiento al desierto y a la posterior muerte que tendrá su cumplimiento en Satanás y sus demonios, en la tierra durante el milenio en estado de caos, y, su destrucción completa y definitiva al final del milenio; con la restauración del dominio total de Cristo.

Este conflicto tuvo inicio mucho antes de la caída de Adán y Eva. El problema del pecado no se limita a nuestro mundo y a sus habitantes, sino que envuelve a todo el universo. La solución del problema del pecado no se limita a la salvación del hombre caído, sino que envuelve también la vindicación justa del justo carácter de Dios y la condenación justa del pecaminoso carácter de Satanás.


Piense: "Cristo dice: "Todos los que me aborrecen, aman la muerte". Dios les da la existencia por un tiempo para que desarrollen su carácter y revelen sus principios. Logrado esto, reciben los resultados de su propia elección. Por una vida de rebelión, con Satanás, y todos los que se unen con él se colocan de tal manera en desarmonía con Dios que la misma ... presencia de él es para ellos un fuego consumidor. La gloria de Aquel que es amor los destruye". – DTG. pág. 764.

Desafio: "Bien podían, pues, los ángeles regocijarse al mirar la cruz del Salvador; porque aunque no lo comprendiesen entonces todo, sabían que la destrucción del pecado y de Satanás estaba asegurada para siempre, como también la redención del hombre, y el universo quedaba eternamente seguro. Cristo mismo comprendía plenamente los resultados del sacrificio hecho en el Calvario. Los consideraba todos cuando en la cruz exclamó: "Consumado es." ... DTG, pág. 764.



Jueves, 13/11/2008
› ¿Qué es Expiación?

La declaración de Pablo es una buena definición aún que no traiga el término expiación: "Así también Cristo fue ofrecido en sacrificio una única vez, para quitar los pecados de muchos". – Heb. 9:28 NVI.

En el santuario, la expiación era un proceso a favor de los pecadores ejecutado a lo largo del tiempo en un ciclo anual por los servicios diarios y por el servicio del día de la expiación, que encerraba el ciclo y abría una nueva página para el nuevo ciclo. La sangre del animal más usado en el proceso era la del cordero.

Cristo era tipificado en el cordero de este proceso del ritualismo. Sin culpa, inocente, sufría la sentencia de la condenación y moría en lugar del pecador para concederle perdón y justificación al culpable. Era la gracia de Dios involucrando al pecador. En la cruz, la sentencia de la ley moral fue satisfecha en Cristo, al morir a favor del pecador. En su muerte Él expió, quitó la culpa del trasgresor y lo libró de la sentencia y la condenación.

Perdonado y justificado, el pecador es restablecido a sus relaciones con Dios, roto como consecuencia del pecado. Las relaciones encuentran su expresión en la conducta de armonía con los principios morales de la ley, que son la expresión de la amorosa voluntad de Dios. Sin embargo, el hombre no es dejado solo para vivir estos principios de justicia. Cristo, entre la Trinidad, que es autor de estos principios de amor está a su lado. Él, que también es la dádiva de la gracia y de la expiación, es también "Justicia Nuestra".

La comprensión de estas verdades llevó a Pablo a decir a los judíos y no judíos presentes en el culto sabático en Antioquia de Pisidia: "Que se os anuncia remisión de pecados por intermedio de Este; y, por medio de Él, todo el que cree es justificado de todas las cosas de las cuales vosotros no pudisteis ser justificados por la ley de Moisés". – Hechos 13:38 y 39 – ARA.


Piense: "Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo". – Hebreos 2:17.

Desafio: "El cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo". – 1 Timoteo 2:6.



Viernes, 14/11/2008
› Estudio Adicional

Tremendas dudas asaltaban a la mente de David. ¿Cuáles son los valores que confieren un sentido real para la vida en este mundo de pecado? Los malos viven mejor que los buenos, ¿Por qué servir entonces a Dios? David no podía entender por qué los malos aparentemente viven mejor que los buenos. ¿Por qué los que no sirven a Dios prosperan y los que sirven sufren tribulaciones? "Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos. Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios? – Salmos 73:17 y 77:13.
En el santuario se encuentra la revelación del poder restaurador y transformador del amor, de la gracia y de la justicia de Dios. Por esta razón, Pablo pudo decir con plena y decidida convicción: "Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero, cuantas cosas que eran para mi ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe". – Filipenses 3:5-9.

Si dudas espirituales nos asaltan, entremos al santuario, porque el camino de Dios está en el santuario. Allí todos los valores tienen una evaluación correcta. Frente a la faz de Cristo, el centro de todos los servicios y símbolos del santuario, la perla de gran precio, y todo lo demás se transforma en basura.

Todas las criaturas de Dios, aún bajo el dominio del pecado, viven bajo la actuación de su gracia. Ninguna criatura tiene vida inherente, no viven por sí mismos, mas todos viven por la eterna gracia comunicada por Dios. Dios es vida, Dios es gracia y la vida de sus criaturas es dádiva de su gracia. En el santuario, la vida y la gracia de Dios revelan su poder transformador, restaurador y recreador. Vidas arruinadas por el pecado son restauradas por el proceso de la expiación, porque la vida de Dios en Cristo es derramada sobre pecadores para transformarlos en santos, habilitándolos para vivir en la presencia de Dios.


Piense: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte a la vida". - Juan 5:24

Desafio: "Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida". – Juan 5:40 – NVI.


Conozca lo autor

Pr. Albino Marks
Especialista em aconselhamento familiar e profundo estudioso da Bíblia, o pastor Albino Marks já atuou como preceptor (IAP, IACS, IAE-SP); capelão (IACS e Hospital do Pênfigo); diretor geral do IAP; departamental em várias associações e na UCB.

Conozca lo traduor

Daniel Román Roque
Después de servir en Adra Perú por algunos años, Dios me continúa dando la oportunidad de Servirle aquí en Brasil traduciendo los textos de los comentarios de las Lecciones de la Escuela Sabática, producidos por pastores para "La Escuela en el Aire" (Escola no Ar). Por lo que quedo infinitamente agradecido a nuestro Padre Celestial por aún poderle servir.

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FONTE: http://www.escolanoar.org.br/Novo/impressao_es.asp?nivel=adultos_es&data=14/11/2008