| Sabado, 3/1/2009
› El Don Profético
"Y Jehová les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros un profeta de Jehová, me apareceré a él en visión, en sueños le hablaré". – Números 12:6
El mundo vive hoy bajo diversas amenazas. Todos están muy atemorizados con todo lo que está sucediendo, desde las tragedias naturales como huracanes devastando ciudades que nunca habían pasado por fenómenos parecidos, hasta tempestades que dejan millones de personas sin abrigos. Eso, para hablar de algunas ocurrencias simultáneas, y, en paralelo, crisis en la producción de alimentos y en la expectativa de días difíciles para la humanidad, sucumbiendo a las consecuencias de la modernidad y de sus falacias.
Parece hasta un contrasentido: En cuanto la evolución tecnológica da grandes expectativas de bienestar a la humanidad, la "involución natural" deja de cabellos en pie a aquellos que estudian el futuro.
En este contexto en que vivimos, son momentos bastante propicios para la actuación de los futurólogos y de las personas que se apresuran a traer y llevar noticias sobre el futuro, cuando las personas están ávidas por saber como será el próximo capítulo de la historia de la cual somos los protagonistas y platea al mismo tiempo.
Dios en su infinita sabiduría, hizo saber el rumbo de la historia a algunas personas a quienes Él confió el mensaje de advertencia y de salvación. En la antigüedad, cuando las cosas no iban bien, Dios proveía a su pueblo de informaciones para mantenerles la fe viva y vibrante. Aunque las personas siempre demostraron curiosidad en cuanto al futuro, Dios les daba el mensaje necesario para su tiempo presente en dosis suficiente para no dejar morir la esperanza en el futuro y la certidumbre de su dirección en todas las cosas.
Piense: "Dios también ha hablado a la raza caída por medio de escogidos instrumentos humanos, a quienes mediante visiones y sueños, les comunicó el conocimiento de su propósito. Estos mensajeros de su voluntad han sido conocidos como hombres santos, o profetas, separados por el mismo Señor para la obra especial de recibir y comunicar a la humanidad la verdad del cielo". – Vida y Enseñanzas, pág. 237?.
Desafio: Debemos prestar atención en como Dios se comunica con su pueblo. Si no estudiamos a ese respecto, ¿cómo discerniremos el mensaje y el mensajero?.
Domingo, 4/1/2009
› Patriarca y Profeta
Como la Biblia nos enseña, perfecto solamente hay uno. Todos somos pecadores y estamos involucrados en la misma misión. Era también así con los hombres bíblicos. A pesar de ser todos igualmente defectuosos como nosotros, Dios usó de ellos como instrumentos de comunicación con su pueblo. A más de ser un canal de comunicación entre Dios y su pueblo, los hombres bíblicos, estaban llenos del poder del Espíritu Santo y tenían en el corazón el deseo de servir a Dios según sus fuerzas y los recursos que Dios les concediera, No obstante, sus debilidades humanas.
Así fue con Abrahán, aquél que es considerado el padre no solamente de la fe, sino también de los Hebreos. El relato bíblico describe el contexto en que Abrahán, un amigo íntimo de Dios, ni pensó a respecto de la necesidad de su protección con relación a una situación en que Sara y él estaban expuestos, una situación de peligro. Abraham, el profeta de Dios, se vio en una situación para el cual sugirió el mismo una solución.
¿Puede un profeta mentir? Abrahán tentó protegerse con una media verdad. Abimelec fue advertido por Dios para que no la tomase y se llegase a Sara, por ser esta la esposa de un profeta. No se hace ninguna mensión de alguna advertencia que Dios le hiciera directamente a Abrahán por su media verdad, pero queda claro en el texto que Abrahán cometió un error. Como Abimelec también era un hombre sincero, Dios habló también con él. Pero Abrahán era un profeta de Dios, con todas las características de su naturaleza humana.
Piense: "DESPUES de la dispersión de Babel, la idolatría llegó a ser otra vez casi universal, y el Señor dejó finalmente que los transgresores empedernidos siguiesen sus malos caminos, mientras elegía a Abrahán del linaje de Sem, a fin de hacerle depositario de su ley para las futuras generaciones.
Abrahán se había criado en un ambiente de superstición y paganismo. Aun la familia de su padre, en la cual se había conservado el conocimiento de Dios, estaba cediendo a las seductoras influencias que la rodeaban, "y servían a dioses extraños" (Jos. 24: 2), en vez de servir a Jehová. Pero la verdadera fe no había de extinguirse. Dios ha conservado siempre un remanente para que le sirva. Adán, Set, Enoc, Matusalén, Noé, Sem (véase el Apéndice, nota 2), en línea ininterrumpida, transmitieron de generación en generación las preciosas revelaciones de su voluntad. El hijo de Taré se convirtió en el heredero de este santo cometido. Por doquiera le invitaba la idolatría, pero en vano. Fiel entre los fieles, incorrupto en medio de la prevaleciente apostasía, se mantuvo firme en la adoración del único Dios verdadero. "Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras." (Sal. 145: 18.) El comunicó su voluntad a Abrahán, y le dio un conocimiento claro de los requerimientos de su ley, y de la salvación que alcanzaría mediante Cristo... Confiando en la divina promesa, sin la menor seguridad externa de su cumplimiento, abandonó su hogar, sus parientes, y su tierra nativa; y salió, sin saber adónde iba, fiel a la dirección divina". – Patriarcas y Profetas, pág. 125 y 126.
Desafio: "¿Es posible reconocer de manera clara la orientación de Dios para su vida?;
Lunes, 5/1/2009
› El Primer Profeta de Israel
Israel fue designado como el pueblo de Dios. Hasta que Moisés surgiese, pasaron muchos años, y el pueblo de Israel pasó por la experiencia de vivir en Egipto por 400 años. Parecía que había sido abandonado en tierra extraña hasta que Dios nuevamente mostraría al mundo quién era su Dios y todos verían su poder manifestado de forma inconfundible a favor de aquél que era su pueblo.
Fue en ese contexto que surgió Moisés, el padre de la paciencia. No apenas el primer profeta en Israel, sino también fue un hito de la comunicación de Dios con su pueblo, Fue el único a conversar con Dios en una comunión única de interacción con Él. Después de estar 40 días en reunión con el Creador del Universo, Moisés resplandecía en su rostro las señales de la gloria de Dios. Nadie fuera de Moisés tuvo esa experiencia de comunicación con Dios. La historia de las relaciones de Dios con su pueblo tiene en Moisés un marco.
Moisés fue un profeta de profundo significado en la historia del pueblo de Dios. Si Abrahán fue el padre de del pueblo de Israel, Moisés fue su libertador. No apenas un libertador de la esclavitud de Egipto, como también aquél que intercediera en su favor delante de Dios. Por eso, Esteban, en su último discurso presentado en Hechos 7:37 dice: "Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis".
Pablo, en Hechos 26:22 se refiere a Moisés de manera distinta: Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder". La forma como él se refiere a Moisés, lo califica como un profeta especial.
Piense: Moisés fue reprendido por Dios por su falta, tanto que no entró a la Tierra Prometida por eso. Sin embargo, fue considerado el hombre más paciente de la tierra.
Desafio: ¿Qué es lo que me enseña esto, respecto a mis relaciones con Dios y con los hombres?.
Martes, 6/1/2009
› Profetas en Israel
A través de Moisés, Dios había inaugurado una nueva era en sus planes de relaciones con el hombre. Con el Éxodo (Liberación de los hebreos de la esclavitud egipcia), Dios constituyó una nación organizada por familias, los doce hijos de Jacob, recibieron todos su atribución y los recursos para cumplir cada cual su papel. A más de dividir de forma organizada el pueblo, y dar a cada familia una tarea, según la habilidad de cada uno, Dios establece, a través de Moisés, una Alianza o pacto con el pueblo israelita.
Más que un profeta, Moisés fue también un estadista que prácticamente fundó el judaísmo. Él hizo su trabajo y, después de él, Dios ya había establecido quién ocuparía su lugar. Así fue durante mucho tiempo, en cuanto el pueblo de Israel requirió, Dios siempre estuvo a su lado procurando hacer con que ellos le buscasen de todo su corazón y le perteneciesen a Él.
En su Alianza, establecida a través de Moisés, había muchas bendiciones prometidas al pueblo como nación, y a través de este pueblo Dios pretendía mostrar al mundo la grandeza y la nobleza de su carácter. Para mantener un contacto permanente con el pueblo, Dios proveyó siempre un canal.
Aún después de Josué, era posible encontrar un profeta en Israel. Cada profeta tenía una personalidad propia y su papel era determinado por Dios. Algunos fueron famosos por el grado de influencia que tuvieron en el destino del pueblo. A pesar de las diferencias, todos eran preparados y habilitados por Dios para realizar sus trabajos, para cumplir el papel que Dios determinaba. Ni todos fueron fieles, como muestra el caso de Balaam, por ejemplo. Pero esto también muestra el carácter de la elección personal que predominaba. El mensaje era divino, pero el profeta humano.
Miercoles, 7/1/2009
› Profetisas en Israel
Es muy conocido la forma como la mujer fue tratada en los tiempos bíblicos, y hasta hoy aún las mujeres orientales reciben un tratamiento diferente de los hombres en sus diferentes áreas. Las dificultades enfrentadas por una mujer en lo pasado para conseguir cumplir cualquier papel que no estuviese ligado a las actividades de manutención de sus hogares, como el cuidado de sus hijos era mucho mayores.
A pesar de estas diferencias, en la Biblia la mujer encuentra un lugar destacado. Allí encontramos la descripción de mujeres importantes que actuaron desde el papel de madres hasta de reinas, pasando por el papel de líderes espirituales y profetisas. Sea cual fuere su papel, la habilidad con que condujeron para sus propósitos fueron factores destacados. Ejemplos Bíblicos encontrados en la historia de María, - Éxodo 15:20, Débora, - Jueces 5, Hulda, - 2 Reyes 22:14-20, 2 Crónicas 34:20-28, y todas ellas en la difícil posición de profetisas. No había límites para el coraje y la disposición de algunas de ellas como Débora y Hulda. Esta última tuvo la gloria de participar de forma decisiva en la batalla contra un ejército enemigo.
Piense: "En lo pasado, el Señor obró de modo maravilloso a través de mujeres consagradas que se unieron a su obra juntamente con los hombres a quienes Él había escogido como sus representantes. Dios utilizó mujeres para obtener victorias decisivas. Algunas veces, en tiempos de emergencia, Él las trajo para la línea del frente y actuó por medio de ellas para salvar muchas vidas". – Medicina y Salvación, pág. 60.
Desafio: No hay límites para aquél que deposita su confianza en Dios.
Jueves, 8/1/2009
› Profetas del Nuevo Testamento
No hay muchas referencias de profetas específicos en el Nuevo Testamento. Entre estos que son claramente presentados como tales hay dos nombres cuyo tratamiento es especial, Juan el Bautista y Juan, el apóstol amado y autor del libro de Apocalipsis. Los dos que por coincidencia de nombres, tuvieron participación especial en el cuadro de profetas. Juan el Bautista porque fue el profeta privilegiado que fue enviado para preparar el terreno – Mateo 11:10, para la llegada de Jesús, y el apóstol Juan se le incumbió para presentar la revelación de Jesús Cristo – Apocalipsis 1:1, para los días finales y los días venideros, poniendo en palabras algunas referencias a lo que será el futuro de los salvados.
Ambos tuvieron el privilegio de testificar en vida en vida el cumplimientos de los relatos de los profetas que vinieron antes de ellos, como Jeremías e Isaías que profetizaron sobre Jesús. – Lucas 4:16-19. Ellos testificaron las maravillas y las profecías de Jesús. Pudieron ver también cumplirse algunas profecías de Jesús respecto a sí mismo.
El Nuevo Testamento es escrito por un grupo de aproximadamente 10 autores diferentes, todos ellos apóstoles de Jesús o del círculo de apóstoles. Mateo, Juan, Pedro y Pablo fueron apóstoles; Santiago y Judas eran hermanos de Jesús; Marcos era asociado en la redacción de su Evangelio con Pedro; Lucas era asociado de Pablo en el trabajo misionero; El autor de Hebreos, si no fue Pablo, es alguien que se situaba en el círculo apostólico, - Hebreos 2:3-4. Así todo el Nuevo Testamento está ligado a los apóstoles de Jesús, que han sido designados especialmente por Él como portavoces autorizados.
Piense: ¿Qué es lo que hizo grande a Juan el Bautista? Él cerró la mente a la masa de tradiciones presentada por los maestros de la nación judaica, abriéndola a la sabiduría que viene de lo alto. Antes de nacer Juan, el Espíritu Santo testificó a su respecto: "Será grande"delante del Señor, y no beberá vino, ni bebida fuerte, y será lleno del Espíritu Santo... Y convertirá muchos de los hijos de Israel al Señor, su Dios, e irá delante de Él en el espíritu y virtud de Elías, para convertir el corazón de los padres a los hijos y los rebeldes, a la prudencia de los justos; con el fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto". Lucas 1:15-17.
Desafio: ¿En qué aspecto yo puedo ser grande delante de Dios?
Viernes, 9/1/2009
› Estudio Adicional
Vea los textos a seguir que nos muestran las debilidades humanas en los hombre de Dios.
"La pluma inspirada, fiel a su tarea, nos habla de los pecados que vencieron a Noé, Lot, Moisés, Abrahán, David y Salomón, y hasta nos cuenta que aun el enérgico espíritu de Elías se abatió bajo la tentación durante su terrible prueba. Están fielmente registradas la desobediencia de Jonás y la idolatría de Israel. La negación de Pedro, la aguda contienda que hubo entre Pablo y Bernabé, las flaquezas de los profetas y los apóstoles, todo queda revelado por el Espíritu Santo, que descorre el velo del corazón humano. Ante nosotros se expone la vida de los creyentes, con todos sus defectos e insensateces, que están destinados a ser una lección para todas las generaciones que los habían de seguir. Si hubiesen sido perfectos, habrían sido sobrehumanos, y nuestra naturaleza pecaminosa nos haría desesperar de llegar jamás a tal punto de excelencia. Pero al ver cómo lucharon y cayeron, cómo cobraron nuevamente ánimo y vencieron por la gracia de Dios, cobramos aliento para avanzar contra los obstáculos que la naturaleza degenerada coloca en nuestro camino". – Testimonios Selectos, tomo 1, pág. 439.
Piense: "Lo experimentado por Daniel como estadista en los reinos de Babilonia y de Medo-Persia revela que un hombre de negocios no es necesariamente un maquinador que sigue una política de conveniencias, sino que puede ser un hombre instruido por Dios a cada paso. Siendo Daniel primer ministro del mayor de los reinos terrenales, fue al mismo tiempo profeta de Dios y recibió la luz de la inspiración celestial. Aunque era hombre de iguales pasiones que las nuestras, la pluma inspirada le describe como sin defecto. Cuando las transacciones de sus negocios fueron sometidas al escrutinio más severo de sus enemigos, se comprobó que eran intachables. Fue un ejemplo de lo que todo hombre de negocios puede llegar a ser cuando su corazón haya sido convertido y consagrado, y cuando sus motivos sean correctos a la vista de Dios". – Profetas y Reyes, pág. 546.
Desafio: Los textos que se encuentran arriba no son un incentivo a la práctica de la infidelidad o de errores, sino una muestra de cómo Dios trata a aquellos que presentan en su vida el compromiso que tienen con Él, a pesar de sus errores.
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