4do Trimestre del 2009 - Un Pueblo en Marcha - El Libro de Números
Comentario da Lección 13 - Ciudades de Refugio
Viernes, 25/12/2009 | |
Comentario por Pr. Albino Marks |
En el capítulo 15 de Juan, Jesús presenta el ideal de la Trinidad para aquellos que aceptan el perdón y la salvación provista, buscando refugio en Cristo y liberación del pecado. Usa la parábola donde se presenta como la Vid Verdadera, y el Padre el Labrador, y aquellos que en Él se refugian representan las ramas.
Jesús coloca énfasis en el argumento, repitiéndolo: "Permanezcan en mí y Yo permaneceré en ustedes". – vs. 4 - NVI. Él mismo explica cómo esta permanencia se torna un hecho real: "Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor". – Juan 15:9-10. NVI.
En virtud de esta manera de permanecer en el amor del Padre por la obediencia a los mandamientos demostrando así su amor para con el Padre, hizo esta declaración muy importante para sus discípulos: "Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí". - Juan 14:30 – NVI.
El diablo nunca obtuvo algún derecho o ventaja sobre Jesús, porque Él siempre vivió en perfecta unidad e identidad con el Padre, por una perfecta y permanente relación o comunión de amor, establecido por la obediencia a los mandamientos de su Padre.
Todo verdadero discípulo de Jesús, por su gracia y su amor, desenvolverá la misma experiencia de permanencia en Él y en Padre, viviendo por la fe en perfecta obediencia a los mandamientos de amor. Jesús declaró: "Porque separados de mí nada podéis hacer". – Juan 15:5 – NVI.
Piense: "Asimismo no basta que el pecador crea en Cristo para el perdón de sus pecados; debe, mediante la fe y la obediencia, permanecer en él". – Patriarcas y Profetas, pág. 517
Desafio: Yo le digo al SEÑOR: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío". - Salmos 91:2 – NVI.