Sabado, 27/3/2010 - › ¡Alabad a Dios, Fuente de Toda Bendición! "Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre". – Salmos 103:1.
INTRODUCCIÓN – La fe no se prueba con experiencias científicas de laboratorio, la fe nace como resultado del conocimiento y de las relaciones con una Persona, Así es la fe en Dios; Él se revela en la naturaleza. Con esta visión a respecto del Dios Eterno, contemplándolo en todas sus maravillosas obras de la naturaleza;.El rey David en uno de sus Salmos hace una importante afirmación: "Los cielos declaran la gloria de Dios". Salmos 191:1 NVI.
Es suficiente una mirada atenta al maravilloso espectáculo sideral en una noche límpida, para que toda la mente inquisidora reciba la comunicación convincente de la existencia del Creador Todo Poderoso. Es fantástico, maravilloso, oír la elocuencia de la silenciosa voz de la naturaleza resonando por toda la bóveda celeste. Ella aclama y proclama por toda la tierra al Dios Creador que salva por amor.
Dios se revela también en su Palabra como Aquél que nos ama con un amor eterno. Ese amor lo aceptamos por la fe porque es este amor que hace nacer la fe en nuestros corazones. "Porque en el Evangelio se revela la justicia de Dios, una justicia que del principio al fin es por la fe, como está escrito: "El justo vivirá por la fe". – Romanos 1:17 – NVI.
La Escritura Sagrada, la Palabra de Dios, es el mensaje de las Buenas Nuevas que revela nuestro Creador como Aquél que nos ama y que tiene un plan de amor y reconciliación para atraernos a Él y establecer un concierto de paz y restauración.
Jesús vino a este mundo asumiendo la forma humana y vivió entre los seres humanos para revelar como es Dios, su carácter. Jesús reveló a Dios como Padre amoroso que va en busca del hijo que se reveló y se apartó de la convivencia y de las relaciones del hogar paterno.
Piense: "Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y que llevaba el *evangelio eterno para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo. Gritaba a gran voz: Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales". – Apocalipsis 14:6-7 – NVI.
Desafio: "A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios[d] y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer". – Juan 1:18 - NVI.
Domingo, 28/3/2010 - › Nuestro Dios de Amor Cuando fue creado, el hombre era justo porque vivía en perfecta armonía con la justicia – su Dios Creador. El pecado, trajo la ruptura de la relación de amor y la armonía con Dios, lo degradó, tornándolo injusto. La ley evidenció esta situación. El transgresor por sí mismo no podía rehabilitarse sabiéndose estar bajo condenación. La ley no podía rehabilitarlo porque es ella que lo puso bajo condenación.
Solamente Cristo, el Creador del hombre y Autor de la ley, podía y puede operar la restauración. ¿Cómo? ¿Aboliendo la ley? ¡No!, Antes confirmándola. Ella es la transcripción del carácter de Dios, es la constitución de su Reino. Abolir la ley, consecuentemente, implicaría en abolir el carácter de Dios y la naturaleza de su Reino. Aún más, siendo que el mismo asevera: "Porque Yo el Señor, no mudo". – Malaquías 3:6.
Previendo la caída, fue establecido el Plan de Rescate. "Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo". – 2 Timoteo 1:9 – NVI.
Como el plan de salvación fue establecido en los tiempos eternos, podemos comprender que Dios, cuando planeó la creación del hombre en la eternidad con el atributo del libre albedrío, actuó con la posibilidad de la caída del hombre que iba a crear.
El único medio y el único camino para salvar al hombre por gracia inmerecida era una muerte sustitutoria porque la ley requería la muerte del transgresor. Moría un inocente para ofrecer gracia para el culpable. ¡Inconmensurable, inagotable e incomprensible amor! El amor por gracia proveyó la salvación del culpable y la justicia de la ley fue ejecutada y su eternidad confirmada.
Piense: "Si se hubiera podido cambiar la ley, el hombre habría sido salvado sin necesidad del sacrificio de Cristo; pero el hecho de que fuese necesario que Cristo diera su vida por la raza caída prueba que la ley de Dios no exonerará al pecador de sus demandas… Pero el mismo hecho de que Cristo sufrió la pena de la transgresión del hombre, es para todos los seres creados un poderoso argumento en prueba de que la ley es inmutable". – Patriarcas y Profetas, pág. 70.
Desafio: "Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios". – 2 Corintios 5:21 – NVI.
Lunes, 29/3/2010 - › El Dios de la Gracia Seguramente el mayor y más importante mensaje de Dios para el hombre es la revelación de sí mismo como el manantial de la gracia. El hombre que fue creado a la imagen y semejanza de Dios, recibió vida que emana de la fuente de gracia – El Dios Trino. Un hecho importante que es puesto en evidencia en la comunicación de la gracia es la determinación de Dios fundamentándola en las relaciones que tiene como base el amor.
El amor de Dios para con el hombre creado, revelado en el principio del libre albedrío concediendo al hombre la libertad de hacer elecciones y tomar decisiones. Y el amor del hombre para con Dios, reconociéndolo como la fuente del amor y de la gracia y declarando su entera dependencia en el acto de la obediencia. Por lo tanto, gracia y obediencia son una dádiva y una respuesta, son inseparables desde la eternidad. Dios revela su amor y su gracia y el hombre con la libertad de elegir revela su amor por la acción de la obediencia.
Con facilidad comprendemos la gracia como el don de Dios para salvar al hombre del pecado. Sin embargo, en el Edén la gracia, era el don de Dios para preservar al hombre de pecado. Desde que salió de las manos del Creador, la vida del hombre era un don de la gracia de Dios, o sea, la vida de Dios era comunicada constantemente al hombre.
Gracia de eternidad a eternidad, es el mayor don del Creador para el hombre. Es el hilo del amor eterno que une el infinito a lo finito. Es el manantial refrigerante para el pecador arrepentido y contrito en su sufrida caminada en el desierto del pecado. Es el manantial inagotable que a través de la eternidad confiere vida abundante y alegría trasbordante, para el hombre dependiente e incompleto. La Gracia – Don Eterno – Jesús.
Piense: "Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia", - Romanos 5:20 – NVI.
Desafio: "Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos". – Apocalipsis 7:17 – NVI.
Martes, 30/3/2010 - › Una Relación de Amor Las cuatro dimensiones de amar a Dios, conforme a las palabras de Jesús, están centralizadas en los cuatro primeros mandamientos: Amar de todo el corazón, implica en un amor no dividido. No podemos compartir nuestro amor de todo corazón con dos señores. Dios declara en el primer mandamiento: "No tendrás otros dioses delante de mí". – Éxodo 20:3 – NVI. Cualquier ser, objeto o convicción que se torne tanto o más importante que Dios, quiebra este precepto porque sustrae el amor que debe ser dado al Único que lo merece.
Amar con todo el alma, significa que todos nuestros sentimientos, nuestras emociones se centralicen en Dios. No debe haber ninguna imaginación o aspiración que se torne tanto o más importante que tome el lugar de Dios. Dios mismo declara en su segundo mandamiento: "ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo". Éxodo 20:4 – NVI. No hay como comparar lo incomparable.
Amar con todo el pensamiento, enseña que no deben ser alimentadas ideas que disminuyan el amor a Dios. Declara el Señor en el tercer mandamiento: "No tomarás en vano el nombre del Señor…" Éxodo 20:7 – Nueva Versión Internacional. Aparentar piedad, más negar su poder, por un vivir en transformación por el poder del amor de Dios, y en dedicación de amor sin reservas a Él, es burlarse del nombre de Dios. Adoptar otro dios en su lugar, y envolverse con la idolatría bajo cualquier forma, es tomar el nombre de Dios en vano.
Amar a Dios con toda sus fuerzas, requiere que la confianza de una vida victoriosa sea puesta bajo el total control de Dios, en armonía con sus determinaciones. En el cuarto mandamiento el Señor orienta: "Acuérdate del día de sábado, para santificarlo. Seis días trabajarás…" – Éxodo 20:8 y 9 – NVI.
Piense: En el sábado, nuestra confianza y nuestras energías vitales, sin ninguna interferencia, deben centralizarse en el culto de adoración a Dios y no en proveer beneficios personales. Poner la confianza en el poder del propio brazo, es mezquinar el amor a Aquél que nos concede salud y vigor para desarrollar nuestras actividades durante los seis días determinados para el trabajo que deben suplir nuestras necesidades. El amor supremo a Dios, reconoce que todo proviene de Él.
"Cual ciervo jadeante va en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?". – Salmos 42:1 y 2 – NVI.
Desafio: "Nosotros, por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo". – 1 Corintios 2:16 – NVI.
Miercoles, 31/3/2010 - › Alabar a Dios El sábado fue hecho por Dios, el memorial de su obra creadora con relación al planeta Tierra, y lo consagró para este fin. Para que todos los seres humanos de sucesivas generaciones pudiesen hacer de su conocimiento de esta gran acción de Dios. Él erigió un monumento en el tiempo. Cada semana, el sábado, en torno de todo el planeta, trae el recuerdo a los seres humanos de que existe un Dios Creador y Padre Eterno. Si los hombres siempre lo hubiesen observado como memorial de la creación y como día de comunión, toda la humanidad erguiría su voz en alabanza y adoración al Dios Eterno, Creador y Padre amoroso.
¡Qué espectáculo grandioso, que sinfonía gloriosa, que cánticos de alabanza y exaltación, que acto elocuente de adoración, que reconocimiento de la soberanía del Dios Eterno, tendríamos entre los seres humanos, si todos se uniesen a la alabanza de toda la naturaleza engrandeciendo a su Creador y Padre! Tendríamos cada sábado veinticuatro horas ininterruptas de loor y exaltación a Dios.
En el corazón de Dios, este acontecimiento de fe, de amor, de glorificación, estaba previsto una vez por semana, cada día de sábado. Para esto Él erigió un monumento en el tiempo, que a la verdad es un templo mundial en el cual todos pueden congregarse para exaltarlo y adorarlo como Creador y Dios Eterno. Si así fuese, sus hijos nunca se olvidarían de su origen y paternidades divinas. Sin embargo, todos nosotros tenemos motivos cada día para adorarlo y engrandecer el santo nombre de Dios. Tenemos motivos, para que en loor y alabanza, lo proclamemos ante nuestros semejantes.
Piense: "Él, que hizo la tierra con su poder, que con su sabiduría afirmó el mundo, que con su inteligencia extendió los cielos… Por la palabra, el Señor hizo los cielos y todo el ejército de ellos, con el soplo de su boca… Que toda la tierra tenga el temor del Señor, que todos los habitantes del mundo lo teman; pues Él habló, y todo fue hecho; el ordenó, y paso a existir… ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo!; ¡Alábalo, sol y luna! ¡Alábenlo ustedes, brillantes luceros! ¡Alábalo tú, altísimo cielo, y tú, agua que estas encima del cielo!. Que ellos alaben el nombre del Señor, pues Él mandó y fueron creados. Él los estableció para siempre; les puso leyes que no pasarán". – Jeremías 51:15; Salmos 33:6, 8 y 9, 148:2-6 – TEB.
Desafio: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias". – Lamentaciones 3:22 – RV.
Jueves, 1/4/2010 - › Un "Culto Racional" Todo aquél que profesa aceptar a Jesús como su Salvador y Señor, necesita presentarse como sacrificio vivo, santo y agradable en el altar de Dios. El sacrificio en el altar típico realizado en el santuario, era sacrificado, muerto, pero necesitaba ser perfecto.
Santo – en la teología Bíblica, significa separado exclusivamente para Dios, Mostrando en su conducta una vida agradable a Dios. Racional – Es el proceso espiritual desarrollado en la razón. No amoldarse a las costumbres de este mundo - Quién se entrega a Dios para glorificarlo con su conducta abandona las costumbres mundanas en todo su comportamiento y pauta su conducta en armonía con los principios de la Palabra de Dios.
Ser Transformado por la renovación de la mente – Es un proceso que se desarrolla en el carácter. El plan de salvación requiere perfecta identificación del carácter con el carácter de Dios. Probablemente es la tarea más desafiante conferida a los que aceptan a Jesús como Salvador y Señor, es vindicar el carácter de Dios como justo y amoroso. Este desafío no es plenamente comprendido. Porque si fuese, ciertamente la conducta de los hijos de Dios sería otra delante de sus semejantes. Para ser capaz de experimentar y comprobar la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
El cristiano genuino vive de tal modo los principios de la Escritura Sagrada, que él comprueba que la voluntad de Dios expresada en su palabra y en su ley, es buena y agradable.
Por tanto, la angustia "no se levantará por segunda vez". Porque todos los que aceptan a Jesús como Salvador, aceptando su gracia en el acto de sustitución de su muerte, también lo acepta como Señor, en sumisión espontánea y amorosa a su voluntad expresada en su ley de justicia.
Piense: "Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta". – Romanos 12:1-2 –NVI.
Desafio: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados". – 1 Juan 4:10 – NVI.
Viernes, 2/4/2010 - › Estudio Adicional En Juan 13:34 y 35 – Jesús enunció un Nuevo Mandamiento. ¿Cómo puso Jesús esta manera de amar para sus discípulos? ¿Qué principios estableció Jesús para definir este amor que forma convicciones poderosas en la mente de los observadores de la conducta de sus seguidores?
La gran cuestión es: ¿Cómo define Jesús el amor que es señal de identidad entre Él y sus discípulos que luego "todos reconocen?" La definición de Jesús es contundente y no ofrece margen para divagaciones. Él declaró: "Amaos, así como Yo os amé". Este es el centro de la declaración de Jesús. En el capítulo 15:1 al 15 del libro de Juan, Jesús presenta el ideal de la Trinidad para aquellos que deben representarlos delante del mundo y proclamar por sus relaciones que son los verdaderos discípulos. Usa la parábola de la vid, donde se presenta como la Vid Verdadera, el Padre el labrador y aquellos que lo aceptan como los pámpanos (ramas). La señal de identificación del mandamiento del amor solamente será revelado al mundo si hubiere perfecta unidad e identificación de las ramas con la vid.
Jesús pone énfasis en el argumento repitiéndolo "permanezcan en mí y Yo permaneceré en vosotros". – Juan 15:4 – NVI. Él mismo explica cómo esta permanencia se torna un hecho real: "Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.". Juan 15:9 y 10 TEB.
El amor, es la señal de identificación también para "todos" los no creyentes, les decimos que está fundada en los principios de comportamientos contenidos y expuestos en los Diez Mandamientos.
Piense: Jesús trae argumentos importantes que esclarecen como Dios quiere ser amado: "Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes. ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió". – Juan 14:15, 20, 21, 23 y 24. NVI.
Desafio: "Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
| Conozca lo autor |  | Pr. Albino Marks Especialista em aconselhamento familiar e profundo estudioso da Bíblia, o pastor Albino Marks já atuou como preceptor (IAP, IACS, IAE-SP); capelão (IACS e Hospital do Pênfigo); diretor geral do IAP; departamental em várias associações e na UCB. | Conozca lo traduor |  | Daniel Román Roque Después de servir en Adra Perú por algunos años, Dios me continúa dando la oportunidad de Servirle aquí en Brasil traduciendo los textos de los comentarios de las Lecciones de la Escuela Sabática, producidos por pastores para "La Escuela en el Aire" (Escola no Ar). Por lo que quedo infinitamente agradecido a nuestro Padre Celestial por aún poderle servir. | |